No podemos negar que la idea de una sinergia o sincronización, entre la película infantil “El Mago de Oz” de (1939), y el álbum conceptual de Rock Psicodélico de (1973) “The Dark Side of the Moon” de los ingleses Pink Floyd, resulta asombroso. Más inquietante es aún cuando de verdad te sientas y haces el dichoso experimento de acompañar la música con la película. En mi caso particular, vi una excelente versión en DVD creada por la gente del blog, además colombiano, http://niebladefuego.blogspot.com/ La autoría es bastante profesional, el DVD es un doble capa (9.0) y viene cargado con la versión original del Mago de Oz(1939) de Victor Fleming, disponible en idioma original y con subtítulos en varios idiomas, mientras que el segundo track de video es la sincronización de la película y el álbum de Pink Floyd “The Dark Side of the Moon(1973)”. Las supuestas sincronías, se pueden observar, gracias a que han sido demarcadas de una forma bastante didáctica por cierto, entre círculos y subtítulos con la especificación de la sincronía entre la imagen y sonido. Por ejemplo, el primer signo de sincronía, surge en el cambio entre las canciones ‘Speak To Me’ y ‘Breathe’, y la aparición del nombre del productor de la película Mervyn LeRoy, un círculo encierra el nombre y un subtexto explica la sincronía, siendo la cosa así, resulto bastante fácil analizar estas sincronías, que han dado pié a un mito de tan grandes proporciones.
Imagen tomada de http://niebladefuego.blogspot.com/
Todo se remonta al año de 1994 y al entonces embrión de INTERNET, algunos fans empezaron a comentar en distintos foros de música especializados en Rock, sobre la supuesta sincronización que surgía al colocar la película en VHS de EMDOZ y el CD de Pink Floyd TDSOM, las teorías se inflaron y pronto surgió una ruptura entre los que decían que la sincronización fue a propósito y los que no. Muchas de las conjeturas, pueden llegar a ser verdaderos ejercicios crípticos, que harían quedar en pañales a los agentes de la CIA o al mismísimo UNABOMBER. Dicen, que por ejemplo las similitudes no se limitan a la película o la música, también el arte del álbum, creado por Storm Thorgerson y el colectivo de arte también inglés Hipgnosis, tiene una acepción directa con la película Mago de Oz, la primera versión del arte salió en vinilo, con funda plegable o gatefold, enseñaba un prisma atravesado por un halo de luz, la descomposición o refracción de la luz reflejaba los tonos de colores de un arcoíris, cuenta la teoría que dicho arcoíris tiene relación con el tema principal de la película “Somewhere over the Rainbow” (En algún lugar sobre el arcoíris), pero la cosa no para ahí, si se sigue con la mirada el halo de luz de la portada y su transformación de monocromático a policromático, se encuentra una relación con el cambio similar de Blanco y Negro a Color que hay en la película, aunque en verdad es un más bien un paso de sepia a color.
El Prisma y el Arcoíris de Luz
Personalmente considero que las sincronías más concretas, son las que se presentan entre los cambios de escena, a veces resultan bastante precisas, sin embargo hay otros ratos en los que existen baches de sonido en los que la música no concuerda para nada, lo que me lleva a la conclusión de que no es más que un mito lo que une al Mago de Oz y la música de Pink Floyd, un mito por todos aquellos que simplemente querían creer. Existe una teoría desde del Psicoanálisis que intenta explicar dicho fenómeno de sincronización “Término creado por el psicoanalista sueco Carl Jung para describir el alineamiento de las ‘Fuerzas Universales’ con las experiencias vitales del individuo. Jung creía que muchas experiencias percibidas como coincidencias no se debían meramente a las casualidad, sino que más bien reflejaban la creación de un hecho o circunstancia por el alineamiento de esas fuerzas (Miguel Ángel Prieto/La música del Diablo/2006-Pag 110)” No obstante si se analizan y comparan los contextos sociales y las situaciones históricas, de los que provienen estos hitos de la cultura popular, son más las diferencias que separa estas obras entre sí. No hay que olvidar que el Mago de Oz, es en realidad una obra literaria, escrita en 1900 por Lyman Frank Baum, quién buscando distanciarse un poco de los siniestros arquetipos de los cuentos Europeos, escribió una fábula cuyos personajes reflejaban esperanza en el género humano.
Esta misma idea serviría a Victor Fleming treinta y nueve (39) años después, para su película El Mago de Oz, una súper producción que se convertiría en una de las mejores películas infantiles de la historia del Cine, y que además llegaba en un momento sobre todo oportuno, para calmar los ánimos y volcar esperanza nuevamente en el género humano. Norte América, yacía golpeada por la crisis del 1929, que se había alargado más de lo previsto, por lo que los conceptos de esperanza, corazón, coraje y reflexión expresados en el Mago de Oz, calaron perfecto entre la moral del pueblo Norte Americano, pero también del Mundo. Mientras que “The Dark Side Of The Moon” de los británicos Pink Floyd, era un álbum conceptual, cuyas canciones hablaban de las psicosis humanas, de la fama y el siniestro poder del dinero, temas que contrastaban no solamente con las ideas de la película de Fleming, también con el contexto, pues la Inglaterra de los Floyd, se caracterizaba especialmente por la aversión que sentían los jóvenes por las macro-estructuras sociales como el estado, la religión, la escuela y por último la familia. Las escuelas de Arte de la época fueron un catalizador, que permitió a los jóvenes encontrar en la plástica o la música otros significantes de mundo, otra alternativa distinta al modelo de vida fabril de clase media, que imperaba en la Inglaterra de la posguerra. Los Beatles, los Rolling Stones y por supuesto Pink Floyd fueron uno de estos ejemplos de juventud transformadora.
No obstante, quizás ustedes se pregunten ¿Y bueno qué pensaba la misma banda sobre todo el asunto? Pues resulta que para la época todos menos Roger Waters –que para entonces ya había salido de Pink Floyd- negaron el asunto públicamente, dejando una diminuta posibilidad de que Waters, en efecto hubiese hecho una sincronización sin el consentimiento de sus compañeros de banda. No obstante si las cosas hubieran sido así, existen serias pruebas que dicen lo contrario, como por ejemplo, para la época en qué salió el álbum, el formato de audio que imperaba era el vinilo, lo que impedía una sincronización con la película, ya que una vez acabado la cara A del LP había voltear el vinilo a la cara B. Pero existe otro argumento con mayor peso, Alan Parson encargado de mayor parte de la producción y mezcla del álbum, aseguró que ni la película ni mucho menos el libro del Mago de Oz fue mencionado remotamente o siquiera insinuado durante todo el proceso. Ahora bien, el único misterio en torno a este asunto sigue siendo: ¿Quién? y ¿por qué razón? Se mezclo la música de Pink Floyd con esta película, es algo que quizás nunca lo lleguemos a saber, pero por lo menos es algo con lo que yo puedo vivir, y sé que ustedes también.
Lista de Sincronizaciones, escaneada del libro
(La música del Diablo/2006-Miguel Ángel Prieto)
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Así que si viven en PEREIRA los esperamos el próximo viernes 2 de Septiembre a las 6:30 PM sala de Medios Audiovisuales de la Biblioteca Jorge Roa Martínez en la Universidad Tecnológica de Pereira ENTRADA LIBRE!!!!!