Sinópsis: Roberto Hurtado padece una rara enfermedad que exige transfusiones masivas de sangre de niños o adolescentes. Él chantajea a tres empleados para que le consigan sangre y éstos recurren a métodos inescrupulosos para conseguirla. En incursiones nocturnas atrapan a sus víctimas y los someten a sus perversiones sexuales antes de asesinarlos. La extraña desaparición de niños y la recurrente aparición de sus cadáveres desnudos en lugares despoblados aterrorizan la ciudad. (FILMAFFINITY)
Mi primer encuentro con PURA SANGRE. -Gracias al bendito canal nacional SEÑAL COLOMBIA- Fue más bien breve, recuerdo que era una secuencia hacia el final de la misma, y en una noche de tantas, que yo me encontraba tomando algunos rayos catódicos de bastante zapping cuando "Zaz": Un sujeto de raza negra, mueco y de harapiento aspecto; con más cara de loco que el mismísimo Norman Bates, confesaba sus crímenes en un interrogatorio, con un monólogo que me sacudió como ningún otro; parafrasear lo que en aquella secuencia se versaba, es necesario para que se imaginen el acto en cuestión:
"Quiero manifestarles a todos los oyentes y a todos los televidentes, y al público en general. Que franca y categóricamente este pueblo ha abusado mucho de mi; no he tenido más que mugre y barro {...} Y todo lo que he ambicionado es el poder. Todo lo tengo vendido, comprado, negociado {...}" Cuantos crímenes cometió?} –Pregunta al parecer un reportero- :
"{...} Eso es cosa que no se puede calcular, yo he sembrado muerte en todos los rincones del país, desde que tenía 16 años, y estoy dispuesto a recorrer todo el valle del cauca hasta que se encuentre hasta el último muñequito, {...}" ¿Y no siente remordimiento?} –Pregunta nuevamente, y este responde con un soliloquio todavía más ensimismado, o ido, si se prefiere:
{...} Yo no soy culpable de lo que hago, debe ser por algo magnético o por un mandato de la divina providencia, oh debe ser que llevo el diablo dentro, debo manifestarles que el sistema del crimen, no es que haya sido una profesión, pero si un arte para todo lo que llamamos el planeta tierra, si yo he sembrado muerte, esa muerte que la llevo aquí dentro, lo he hecho con la clase baja, no con personas importantes, niñitos así. {...} –mueve su mano derecha, que no está en el agobiante primer plano, para señalar el tamaño de los niños, y luego enfría más la secuencia terminando con: {...} yo soy un individuo que tengo talento, que tengo facilidades para cometer muchas atrocidades, porque yo nací en los reinos del señor divino, en los calabozos de las comisarías, en los terrenos del porvenir, en las calles sin placas, en una bolsa de papel, más allá de la vida y de la muerte, en los aires, en las iglesias}
Yo quede boquiabierto porque primero; no sabía qué película era, ni cual director, obviamente era Colombiana. Actuaban Carlos Mayolo, Humberto Arango y una joven, pero sobre todo deliciosa Florina Lemaitre. Interpretaban sobre las calles de la Calí de finales de los setentas o principios de los 80s? quizás al más sádico, cínico y perverso -menage a trois- de la historia del Celuloide criollo, pero. Segundo -un factor todavía más hilarante-; la película trataba el tema de los Asesinos en Serie: BABALÚ -El sujeto del relato inicial- era un confeso Asesino Serial apodado por la prensa como el "Monstruo de los Mangones". ¿Pero quién era este sujeto del que YO, no había oído hablar antes? ¿a caso otro asesino serial Colombiano, además de los infames nombres de Luis Alfredo Garavito, Manuel Octavio Bermúdez y Pedro Alonso López? –ó ¿era simplemente un personaje de ficción, proveniente de la imaginación de los guionistas de la película Luis Quiroga y Luis Ospina, este último director de la misma?.
Toda esa información la fui completando, buscando primero en Internet, en donde no existe mucha información precisa y donde las versiones existentes se contradicen. Aunque hay un consenso –si es que le podemos llamar así- en el cual el supuesto “Monstruo de los Mangones” bautizado así por Alfonso Delgado, periodista del Diario el País o del periódico el Pueblo de Calí, fue una especie de leyenda urbana. Que empezó a circular en parte por el boca a boca, por allá en los años de 1963 o 1964, cuando una serie de cadáveres de infantes, especialmente de sexo masculino, venían apareciendo muertos y desangrados sobre algunas zonas de las enormes plantaciones de caña.
Esta especie de “CÓCO” moderno, con el que se solía amedrentar niños, para que no jugaran en la espesura de los mangones de caña, -pues allí podría estar acechando el monstruo, y se los podría llevar… - cuento, leyenda o mito que al fin de cuentas, acabó traumatizando a toda una ciudad y por qué no, ha una generación entera. Al punto de que se llegó a buscar explicaciones todavía más lisérgicas; como la teoría de que el supuesto sádico era en realidad un viejo señor acaudalado de la CIUDAD de Calí, un posible “Terrateniente Urbano” que padecía una rara enfermedad y cuyo tratamiento demandaba de abundantes transfusiones de sangre de niños. No obstante mi búsqueda continuo, como un buen apasionado en el tema que soy, y encontré libros como: Crónica de un Asesino de niños-Manuel Octavio Bermudez de Iván Valencia Laharenas, y Asesinos en serie: perfiles de la mente criminal Miguel Mendoza Luna, en donde se hablaba de que en efecto el Monstruo de los Cañaduzales si había existido, y era un sujeto de nombre Frank Peña, cuyo modus operandi era en parte similar al narrado en la película, solo que este tenía un elemento adicional, el asesino cargaba un punzón con el que asesinaba los niños de una puñalada en todo el corazón, pero no se mencionaba ninguna práctica de carácter vampírico, con el líquido vital.
Los datos provenientes de los libros mencionados anteriormente, son quizás las pruebas más concretas que he podido hallar sobre este caso, y contradice totalmente la teoría del mito urbano. No obstante lo mejor vino después, cuando por fin pude hallar una copia en VHS de PURA SANGRE, disponible en la red de Bibliotecas del Banco de la República, que más tarde digitalice a DVD, y de la cual guardo una copia como si fuera un pequeño tesoro, así sea en DVD-R qué HPs. Una vez con la película completa y con las informaciones contrastadas, discerní que Pedro Luis Mosquéra alias BABALÚ, -supuesto asesino en la película- había sido eso; un supuesto, un personaje ficticio interpretado por no se qué actor, cuasi indigente; que hacía el papelón de su vida. Es tan así, que yo llegue incluso creer que este era el mismísimo Monstruo, o sea el real, el verdadero, además de que la secuencia de su captura esta rodada, al parecer en súper 8, lo que le da un aspecto documental, casero y real.
Lo interesante de la película, es como el guión teje su trama, a costa de las 2 versiones principales que tratan de explicar el origen de la leyenda, el del adinerado terrateniente y la del sádico asesino, pero también, los guionistas agregan sus propios pedacitos, que inflan la película paulatinamente, y no solo nos muestran un espectro nocturno de esa Cali, que recoge Bares Gays, algo raro para la época, consumo de Drogas, también se puede apreciar la navidad, quizás el 7 o el 8, se reconoce por lo de la tradición de las “velitas”, aunque lo raro, y lo que no me termina de cuadrar, es el por qué los niños que jugaban en las calles lucían disfraces, como si estuvieran en pleno día de los brujitos.
Pura Sangre, la historia de sub-vampiros criollos a sueldo, es una película provocadora, escandalosa, para la Colombia de 1982, de eso no me cabe duda, Yo me preguntaba de ¿donde podría provenir?, tal sevicia narrativa y en especial tal interés o fijación con temas tan espinosos y aberrantes, el primer cabo se puede atar en el hecho, y no es una simple cuestión de asar, que Carlos Mayolo actué en esta película, yo ya había visto sus 2 largos también de carácter vampírico: “La Mansión de Las Araucaimas” y “Carne de Tu Carne” o bueno al menos la sangre está presente, aunque no como hilo conductor.
Y bueno el caso es que tanto Mayolo como Ospina, son caleños y han venido haciendo CINE desde mucho tiempo atrás, es de esta relación pero también de la amistad con otro personaje de Cali, el desaparecido suicida escritor y crítico de Cine Andrés Caicedo, conocido ampliamente por su gusto por lo macabro, lo terrorífico, admirador del “Bebe de Rosemary” o de otro grande de la serie B Roger Corman. ¿pudo haber sido ese gusto, el que terminó por gestar esa afición por el cine provocador, instigador y espinoso de Ospina y Mayolo? Este último, ya fallecido. Más cuando uno ve “Agarrando Pueblo” corto realizado entre Luis Ospina y Carlos Mayolo, toda una rareza y pieza digna de elogiar. El corto que es una especie de Falso Documental, bautizado en Europa “cómo Vampiros de La Miseria” y que goza de una natural y aparente realidad, capaz de engañar al cinevidente desprevenido, es más; creo que es precisamente de este corto y el gusto particular por la forma Documental de OSPINA, que Pura Sangre, logre acertar con algunas secuencias, como la del reportero y la frecuente intervención de la prensa, la televisión, la radio. Medios de comunicación que se cuelan en la trama, y que matizan todavía más la histeria colectiva, entre los despavoridos habitantes de la sucursal del Cielo… Película Sui Generis de nuestra filmografía nacional, háganse un favor, y búsquela de verdad es algo mandatorio.
Mi primer encuentro con PURA SANGRE. -Gracias al bendito canal nacional SEÑAL COLOMBIA- Fue más bien breve, recuerdo que era una secuencia hacia el final de la misma, y en una noche de tantas, que yo me encontraba tomando algunos rayos catódicos de bastante zapping cuando "Zaz": Un sujeto de raza negra, mueco y de harapiento aspecto; con más cara de loco que el mismísimo Norman Bates, confesaba sus crímenes en un interrogatorio, con un monólogo que me sacudió como ningún otro; parafrasear lo que en aquella secuencia se versaba, es necesario para que se imaginen el acto en cuestión:
"Quiero manifestarles a todos los oyentes y a todos los televidentes, y al público en general. Que franca y categóricamente este pueblo ha abusado mucho de mi; no he tenido más que mugre y barro {...} Y todo lo que he ambicionado es el poder. Todo lo tengo vendido, comprado, negociado {...}" Cuantos crímenes cometió?} –Pregunta al parecer un reportero- :
"{...} Eso es cosa que no se puede calcular, yo he sembrado muerte en todos los rincones del país, desde que tenía 16 años, y estoy dispuesto a recorrer todo el valle del cauca hasta que se encuentre hasta el último muñequito, {...}" ¿Y no siente remordimiento?} –Pregunta nuevamente, y este responde con un soliloquio todavía más ensimismado, o ido, si se prefiere:
{...} Yo no soy culpable de lo que hago, debe ser por algo magnético o por un mandato de la divina providencia, oh debe ser que llevo el diablo dentro, debo manifestarles que el sistema del crimen, no es que haya sido una profesión, pero si un arte para todo lo que llamamos el planeta tierra, si yo he sembrado muerte, esa muerte que la llevo aquí dentro, lo he hecho con la clase baja, no con personas importantes, niñitos así. {...} –mueve su mano derecha, que no está en el agobiante primer plano, para señalar el tamaño de los niños, y luego enfría más la secuencia terminando con: {...} yo soy un individuo que tengo talento, que tengo facilidades para cometer muchas atrocidades, porque yo nací en los reinos del señor divino, en los calabozos de las comisarías, en los terrenos del porvenir, en las calles sin placas, en una bolsa de papel, más allá de la vida y de la muerte, en los aires, en las iglesias}
Yo quede boquiabierto porque primero; no sabía qué película era, ni cual director, obviamente era Colombiana. Actuaban Carlos Mayolo, Humberto Arango y una joven, pero sobre todo deliciosa Florina Lemaitre. Interpretaban sobre las calles de la Calí de finales de los setentas o principios de los 80s? quizás al más sádico, cínico y perverso -menage a trois- de la historia del Celuloide criollo, pero. Segundo -un factor todavía más hilarante-; la película trataba el tema de los Asesinos en Serie: BABALÚ -El sujeto del relato inicial- era un confeso Asesino Serial apodado por la prensa como el "Monstruo de los Mangones". ¿Pero quién era este sujeto del que YO, no había oído hablar antes? ¿a caso otro asesino serial Colombiano, además de los infames nombres de Luis Alfredo Garavito, Manuel Octavio Bermúdez y Pedro Alonso López? –ó ¿era simplemente un personaje de ficción, proveniente de la imaginación de los guionistas de la película Luis Quiroga y Luis Ospina, este último director de la misma?.
Toda esa información la fui completando, buscando primero en Internet, en donde no existe mucha información precisa y donde las versiones existentes se contradicen. Aunque hay un consenso –si es que le podemos llamar así- en el cual el supuesto “Monstruo de los Mangones” bautizado así por Alfonso Delgado, periodista del Diario el País o del periódico el Pueblo de Calí, fue una especie de leyenda urbana. Que empezó a circular en parte por el boca a boca, por allá en los años de 1963 o 1964, cuando una serie de cadáveres de infantes, especialmente de sexo masculino, venían apareciendo muertos y desangrados sobre algunas zonas de las enormes plantaciones de caña.
Esta especie de “CÓCO” moderno, con el que se solía amedrentar niños, para que no jugaran en la espesura de los mangones de caña, -pues allí podría estar acechando el monstruo, y se los podría llevar… - cuento, leyenda o mito que al fin de cuentas, acabó traumatizando a toda una ciudad y por qué no, ha una generación entera. Al punto de que se llegó a buscar explicaciones todavía más lisérgicas; como la teoría de que el supuesto sádico era en realidad un viejo señor acaudalado de la CIUDAD de Calí, un posible “Terrateniente Urbano” que padecía una rara enfermedad y cuyo tratamiento demandaba de abundantes transfusiones de sangre de niños. No obstante mi búsqueda continuo, como un buen apasionado en el tema que soy, y encontré libros como: Crónica de un Asesino de niños-Manuel Octavio Bermudez de Iván Valencia Laharenas, y Asesinos en serie: perfiles de la mente criminal Miguel Mendoza Luna, en donde se hablaba de que en efecto el Monstruo de los Cañaduzales si había existido, y era un sujeto de nombre Frank Peña, cuyo modus operandi era en parte similar al narrado en la película, solo que este tenía un elemento adicional, el asesino cargaba un punzón con el que asesinaba los niños de una puñalada en todo el corazón, pero no se mencionaba ninguna práctica de carácter vampírico, con el líquido vital.
Los datos provenientes de los libros mencionados anteriormente, son quizás las pruebas más concretas que he podido hallar sobre este caso, y contradice totalmente la teoría del mito urbano. No obstante lo mejor vino después, cuando por fin pude hallar una copia en VHS de PURA SANGRE, disponible en la red de Bibliotecas del Banco de la República, que más tarde digitalice a DVD, y de la cual guardo una copia como si fuera un pequeño tesoro, así sea en DVD-R qué HPs. Una vez con la película completa y con las informaciones contrastadas, discerní que Pedro Luis Mosquéra alias BABALÚ, -supuesto asesino en la película- había sido eso; un supuesto, un personaje ficticio interpretado por no se qué actor, cuasi indigente; que hacía el papelón de su vida. Es tan así, que yo llegue incluso creer que este era el mismísimo Monstruo, o sea el real, el verdadero, además de que la secuencia de su captura esta rodada, al parecer en súper 8, lo que le da un aspecto documental, casero y real.
Lo interesante de la película, es como el guión teje su trama, a costa de las 2 versiones principales que tratan de explicar el origen de la leyenda, el del adinerado terrateniente y la del sádico asesino, pero también, los guionistas agregan sus propios pedacitos, que inflan la película paulatinamente, y no solo nos muestran un espectro nocturno de esa Cali, que recoge Bares Gays, algo raro para la época, consumo de Drogas, también se puede apreciar la navidad, quizás el 7 o el 8, se reconoce por lo de la tradición de las “velitas”, aunque lo raro, y lo que no me termina de cuadrar, es el por qué los niños que jugaban en las calles lucían disfraces, como si estuvieran en pleno día de los brujitos.
Pura Sangre, la historia de sub-vampiros criollos a sueldo, es una película provocadora, escandalosa, para la Colombia de 1982, de eso no me cabe duda, Yo me preguntaba de ¿donde podría provenir?, tal sevicia narrativa y en especial tal interés o fijación con temas tan espinosos y aberrantes, el primer cabo se puede atar en el hecho, y no es una simple cuestión de asar, que Carlos Mayolo actué en esta película, yo ya había visto sus 2 largos también de carácter vampírico: “La Mansión de Las Araucaimas” y “Carne de Tu Carne” o bueno al menos la sangre está presente, aunque no como hilo conductor.
Y bueno el caso es que tanto Mayolo como Ospina, son caleños y han venido haciendo CINE desde mucho tiempo atrás, es de esta relación pero también de la amistad con otro personaje de Cali, el desaparecido suicida escritor y crítico de Cine Andrés Caicedo, conocido ampliamente por su gusto por lo macabro, lo terrorífico, admirador del “Bebe de Rosemary” o de otro grande de la serie B Roger Corman. ¿pudo haber sido ese gusto, el que terminó por gestar esa afición por el cine provocador, instigador y espinoso de Ospina y Mayolo? Este último, ya fallecido. Más cuando uno ve “Agarrando Pueblo” corto realizado entre Luis Ospina y Carlos Mayolo, toda una rareza y pieza digna de elogiar. El corto que es una especie de Falso Documental, bautizado en Europa “cómo Vampiros de La Miseria” y que goza de una natural y aparente realidad, capaz de engañar al cinevidente desprevenido, es más; creo que es precisamente de este corto y el gusto particular por la forma Documental de OSPINA, que Pura Sangre, logre acertar con algunas secuencias, como la del reportero y la frecuente intervención de la prensa, la televisión, la radio. Medios de comunicación que se cuelan en la trama, y que matizan todavía más la histeria colectiva, entre los despavoridos habitantes de la sucursal del Cielo… Película Sui Generis de nuestra filmografía nacional, háganse un favor, y búsquela de verdad es algo mandatorio.
Así que si viven en PEREIRA los esperamos hoy a las 7 PM sala de Medios Audiovisuales de la Biblioteca Jorge Roa Martínez en la Universidad Tecnológica de Pereira ENTRADA LIBRE!!!!!
Siento un sinsabor al saber que largometrajes como estos tienen poca difusión en el país, lo poco que conozco del cine colombiano de esa época ha sido gracias a señal Colombia. Me he pasado días enteros buscando esta película que algún día hace muchos años pude apreciar una noche solitaria. Es obvio que mi búsqueda no ha tenido éxito; he naufragado en internet una y otra vez. Para mi sorpresa fue más fácil encontrar "funeral siniestro" que es más antigua. Quisiera saber qué posibilidades hay para poder tener esta joya del cine colombiano, qué podría hacer, o cómo podría encontrarla.
ResponderEliminarHey, gracias por comentar. SI quieres hacerte a esta película te recomiendo que la busques en la biblioteca luis Angel Arango de Bogotá. allá hay una copia en VHS, además de otros trabajos no solo de OSPINA, también de Carlos Mayolo, Jairo Pinilla, además de otro cine Colombiano...
ResponderEliminarsi esto está muy complicado, yo te puedo hacer una copia en DVD-R, Y te la puedo enviar, pero es si tu corres con los gastos del envío.
he tratado de conseguir la pelicula en medellin..pero ha sido imposible..si alguien sabe como consigo una copia..me puede hacer el favor de decirmelo..
ResponderEliminarmuchas gracias..mi correo es johnnyjaramillop@yahoo.com.