martes, 9 de agosto de 2016

Un poco de contrabando no hace daño # 2: Candlemass - Disciples of Doom (1988) Fanclub LP - Bootleg



 Candlemass - Disciples of Doom (1988) Fanclub LP - Bootleg




Henos aquí nuevamente para desenterrar para vosotros, un pieza más de ¡arqueología metálica! En esta oportunidad, hemos cogido el limpión para desempolvar nuestra sección: Un poco de contrabando no hace daño; diseñada para darle espacio a esos discos denominados piratas o bootlegs, que en algunos casos resultan demasiado escasos, a tal punto de convertirse en un tipo de trofeo sonoro entre los coleccionistas más curtidos con acceso a una tarjeta de crédito sin límites. Hoy nos detenemos a reseñar el LP “Disciples of Doom” de los holmienses Candlemass, progenitores del denominado Epic Doom Metal, enseñado al mundo por vez primera, en su debut, Epicus Doomicus Metalicus (1986) de donde este sub género, toma prestado su nombre, por tratarse de un Doom con dosis de Black Sabbath o Trouble, aunado con un sex appeal vocal operático, taciturnas armonías y atmósferas soportadas por el uso de teclados y temas de fantasía oscura, magick, muerte y perdición. 

*fuente de foto gettyimages, crédito Tony Mottram
 

Ahora, se supone que “Disciples of Doom” fue un bootleg oficial, editado por el club de fans de Candlemass en 1988, que cuenta con un sonido bastante bueno para ser un disco pirata y limitado a un tiraje exclusivo de 500 unidades numeradas a mano, el cual compila 7 canciones en vivo, capturadas en marzo del ’88, nada más y nada menos, que en la propia casa de los 4 sabáticos, o sea, en Birmingham, Inglaterra. Asimismo, para los que nos hemos decantado por las bondades vocales del Mesías Marcolin (sin desmeritar lo cantado por Johan Längquist en el 1er LP) nos cae de perlas, poder escucharlo cantar en vivo, casi todo el Epicus Doomicus Metalicus (1986) con piezas como la desesperada y suicida “Solitude”, “Demon’s Gate”, “Crystal Ball”, o la épica “A Sorcerer's Pledge”. Del mismo modo, se nos permite saborear 2 cortes de Nightfall (1987), “The Well of Souls”, que abre el show y la brujil “Bewitched”. No obstante, lo mejor está al cierre de la cara B, cuando los Candlemass realizan un excéntrico popurrí de Black Sabbath, que asumo, puso una sonrisa de oreja a oreja, en todas aquellas almas que presenciaron aquel mítico show.


Charlie M cree que este Bootleg merece: 

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