miércoles, 18 de septiembre de 2013

Los gánsteres no comen palomitas Cuando van a Hollywood (Primera Parte)



 Preludio criminal


La historia de Hollywood y la Mafia, es tan antigua como la relación existente entre la iglesia y el diablo, de hecho, me atrevo a decir que la primera, no podía haber existido sin la segunda y viceversa. Lo interesante, es la dualidad, la metáfora y la verdadera realidad de la palabra Hollywood. Si traducimos el término al castellano sonaría algo como: bosque sagrado o bosque santo. El icónico letrero de Hollywood, fue en realidad producto de acortar el aviso publicitario de la urbanización HOLLYWOODLAND, dicho aviso fue construido en 1923, y posteriormente cuando la máquina de sueños estaba propiamente funcionando en california, se hizo común que la gente llamara HOLLYWOOD a ese Olimpo terrenal; un lugar por el que transitan dioses y diosas de carne y de hueso. 


Pero así como todo cielo tiene su infierno, todo Olimpo ha de tener su tártaro poblado de tristemente célebres demonios, o como en el caso de la mafia, hablaríamos en términos de gánsteres. Sujetos de traje, sombrero y como adorno una flor en el bolsillo de su camisa, dispuestos a controlar los placeres del bajo mundo: alcohol, drogas, apuestas y sexo. Pensándolo bien, las similitudes entre el gánster o la estrella de cine no son tan abismales, ambos gozaban de la admiración pública, asistían a las mismas fiestas, algunos artistas inclusive fueron apadrinados por la mafia, como por ejemplo el célebre Johnny ojos azules, mejor conocido como Frank Sinatra


Es conocido que Johnny Fontane, el personaje de la película El Padrino, que consigue un papel gracias a la patadita de la buena suerte del padrino, está inspirado en Sinatra, pues se cree que la mafia, le ayudó a conseguir su papel en el filme que lo haría ganador de un OSCAR, por la película De Aquí a la Eternidad (From Here to Eternity 1953). Pero esto lo veremos mucho más adelante, ya que éste artículo se divide en dos partes, y por ahora nos detendremos en la génesis gánster, la época de la ley seca y de la depresión, los negros años 20 y 30, así que será mejor que usted lector, se relaje y me acompañe, quiero mostrarle donde todo pudo haber comenzado; CAPISCE?.



Hollywood: No todo lo que brilla es oro

A principios del siglo XX HOLLYWOOD fue invadida por toda una serie de empresarios y productores cinematográficos, inmigrantes de la costa oeste de Estados Unidos. Todos buscaban iniciar una nueva máquina de sueños, que simbólicamente representara la consecución del sueño americano, todo y gracias a la ilusión de un mundo proyectado sobre una gran pantalla. Sin embargo, la verdad es que la mayoría de estos empresarios, habían huido de la ley de patentes de película cinematográfica, propiedad del inventor Thomas Edison y su compañía MPPC, la compañía de patentes de película. Dueños del derecho de creación y además del derecho de explotación comercial, que obligaba a que todas las salas de proyección, salas de cine o gente que utilizara celuloide, debía de pagar un impuesto a la compañía de Thomas Edison. Los que se oponían eran el blanco de todo tipo de presiones como mayores impuestos, sabotaje, incendios que producían muertes ocasionales. De tal modo que la soleada california era un lugar de ensueño y además ubicado bastante lejos del control de patentes de MPPC. Allí se erigieron las compañías que se hacían llamar independientes entre ellas la primerísima de todas; la FOX, con William Fox a la cabeza, pionero además de los circuitos de cine. 

Lo anterior, puede ser evidenciado en el siguiente párrafo tomado del libro, Cultura Libre de Lawrence Lessig. En el verano de 1909 el movimiento independiente estaba en su punto álgido, con productores y dueños de cines usando equipo ilegal y celuloide importado para crear su propio mercado underground (Subterráneo). Con el país experimentando una tremenda expansión en el número de cines, la Compañía de Patentes reaccionó contra el movimiento independiente creando una subsidiaria fuertemente armada, conocida como la Compañía General del Cine, para bloquear la entrada de independientes sin licencia. Con tácticas de coacción que se han hecho legendarias, la subsidiaria confiscó equipo ilegal, suspendió la continuidad del suministro de producto a los cines que mostraban películas sin licencia, y monopolizó de hecho la distribución con la adquisición de todos los mercados estadounidenses de películas, excepto por uno que era propiedad del independiente William Fox, quien desafiaba al Trust (pacto de confianza) incluso después de que su licencia fuera revocada”[1].


Con todo lo dicho está claro que Hollywood fue inventado a partir de la utilización de celuloide pirata. Resulta entonces irónico que en la actualidad la FOX, WARNER y demás compañías batallen contra la piratería de cine en Internet, deberían mirar al pasado y al menos reconocer que ellos también fueron piratas en algún tiempo. Muy bien, no es posible hablar de un preciso comienzo de la relación entre Hollywood y la mob; (pronúnciese como mab, expresión en inglés y diminutivo utilizado de manera muy frecuente para referirse a la mafia). Pero sí podemos hablar de sus primeros flirteos. Antes de que Hollywood fuera la meca del cine, más de la quinta parte de películas se rodaban en Chicago, la verdad es que algunos de los propietarios de las mayors (grandes compañías de cine) como Carl Laemmle fundador de Universal, Adolph Zukor fundador de la Paramount o Leo Spitz presidente de la RKO provenían de la ciudad descrita por el literato HG Wells como: “una oscura mancha bajo el cielo.” Chicago fue famosa por ser la capital del crimen, cuna de políticos sin escrúpulos, policía corrupta, juegos de azar, prostitutas, drogas, alcohol, las guerras entre bandas de gánsteres con varios matones a sueldo entre sus nóminas atemorizaban a la ciudad entera. 

Capone y Lucky van a Hollywood







Por otro lado la instauración de la ley Volstead o la ley seca aprobada el 27 de octubre de 1919, seguida de la aprobación de la enmienda de la prohibición de alcohol que se volvió ley el 20 de enero de 1920, ayudó a consolidar el surgimiento de la mafia como reyes del crimen organizado, cuya estructura era financiada por el dinero de drogas, extorsión, pero más especialmente por el contrabando de alcohol. Pues resulta que en aquella época, las estrellas de cine, millonarios y el público en general, gastaban en alcohol la colosal suma de 5.000 millones de dólares al año. Este dato lo confirma el escritor Norte Americano Tim Adler quien ha hecho el cálculo aproximado en su libro Hollywood y La Mafia, asegurando que los Gánsteres, se embolsillaban más o menos el 5% del producto interno bruto nacional de Estados Unidos. La prohibición del alcohol ayudó a popularizar la idea de que los  Gánsteres eran una especie de Robin Hoods, dispuestos a violar la ley para entregar placer al pueblo en litros y litros de diversión con sabor a cerveza y whiskey. 


Antes de continuar, me gustaría referirme al hecho de que la primera ola de la mafia en Estados Unidos, estuvo conformada por familias principalmente de origen Italo-americano; de ahí que a medida que avancemos en este relato nos encontraremos con nombres como: Genovese, Gambino, Luciano, Luchesse, Rosselli, entre otros. La mayoría de estas familias provenían de la isla de Sicilia; a comienzos de 1900 el 25% de la población emigró a Estados Unidos, al llegar a Manhattan, la mayoría de Italianos encontraron trabajo cooperando con criminales de poca monta, otros se unieron a la organización del partido demócrata, acostumbrado a recibir votos a cambio de favores, una práctica por desgracia utilizada en el ámbito de la política actual; esta práctica era parecida a lo que se hacía en Nápoles y Sicilia, allí la política de los favores se conocía como política maccheroni. Por otro lado el crimen organizado en Italia recibía el nombre de camorra en Nápoles, y mafia en Sicilia; los mafiosos se llamaban a sí mismos como los hombres respetables o como la organización. Al interior de dichas familias operaba un código de honor y una estructura de poder de tipo piramidal. Por paradójico que pueda sonar y tal como sucedería en un culto, estas organizaciones acostumbraban realizar un rito de iniciación que incluía sacrificio de sangre o algún tipo de acción para demostrar que sí se podía ingresar a la mob. Además toda la organización sería controlada por un capo de tutti capi. O sea, por un capo entre todos los capos, quien era la cabeza de una cadena de mando integrada por miembros de menor rango y poder dentro de la organización. 


En cuanto a los Estados Unidos, y más especialmente Nueva York; allí reinaba el sindicato, nombre que recibía la panda conformada por gánsteres como Lucky Luciano, Bugsy Siegel, Meyer Lansky o Frank Costello. Mientras que en Chicago, reinaba la organización; nombre de la pandilla del sur de Chicago, liderada por quizás el gánster más infame de todos los tiempos, Alphonse Gabriel Capone, sus amigos le llamaban Al; Al Capone. Sus enemigos le llamaban Scarface (cara cortada); ya que una profunda cicatriz producto de una cuchillada, adornaba su mejilla izquierda. Capone nació el 17 de enero de 1899, su familia inmigró desde los barrios bajos de Nápoles Italia, a los barrios bajos de Nueva York. Su monarquía criminal se extendió por una década, iniciando en los 20 y terminando en la era de la depresión americana, a principios de los 30. Se presume que hombres de la organización de Capone habrían financiado el circuito de salas de cine adquiridas por Joseph Kennedy, padre del futuro presidente de Estados Unidos JFK y de su hermano, el candidato presidencial RFK.  Kennedy banquero de profesión, siempre vio al cine como un negocio de mucho potencial, sorprendió a todo el mundo cuando compró una pequeña compañía que producía películas de serie B, la FBO (Film Booking Office of America). Kennedy también sería uno de los pioneros en implantar el sistema de negocio que las grandes compañías de Hollywood adoptarían durante las décadas siguientes. Dicho sistema consistía en tener el control de la producción, distribución y exhibición de todas las películas. Este sistema se conoció después como el Star System (Sistema de Estrellas).
 

Pero además, Kennedy también había descubierto el potencial del sonido en el cine, muy a pesar de que la gente renegaba de la artificiosidad y falsedad de agregar sonido a las películas mudas, no obstante, luego de que Kennedy asistió a un pase de la primera película sonora, El Cantante de Jazz (The Jazz Singer 1927) pidió dinero prestado a la mafia para iniciar una de las primeras cadenas de cine sonoro en Estados Unidos, su socio, David Sarnoff, era el propietario de Radio Corporation Of America, poseía la infraestructura necesaria para ello. Su negocio de salas de cine sonoras les hizo todavía más millonarios. No obstante, el padre del futuro presidente de Estados Unidos, también contrabandeaba licor a Estados Unidos desde Canadá, donde sí era legal el alcohol, de hecho en 1926, se cuenta que el mismo Capone y Kennedy padre, se reunieron para debatir sobre sus rutas de contrabando, incluso existen recibos de importación en la aduana canadiense y que incluyen el apellido de Kennedy y Capone. Precisamente sería Kennedy el encargado de llevar el alcohol a la fiesta de integración de su clase de la universidad de Harvard en 1922, sus compañeros le llamaban jocosamente como nuestro principal contrabandista.



Antes de que la mafia se instalara propiamente en Hollywood, ya había algunos estudios que estaban involucrados en negocios turbios. Como el prostíbulo de propiedad de la MGM. Administrado por la actriz Billie Bennett. La especialidad de la casa era ofrecer a los clientes prostitutas que lucían como estrellas de cine, por ejemplo se ofrecían las dobles de Joan Crawford, Ginger Rogers o Marlene Dietrich. Esta historia es retratada por el escritor James Ellroy en su novela que lleva el mismo título de la película, L.A.Confidential, salvo que en el libro la historia se desarrolla en los 50, mientras que el burdel de MGM en la mitad de la década de los 20. Por otra parte, la relación de la mafia y Hollywood no se dio solamente a partir del alcohol o las drogas, para finales de la década de los años 30, Hollywood era el mayor cuarto negocio en los Estados Unidos, con activos capital en forma de cines, estudios y otros inmuebles que sobrepasaban los 1500 millones de dólares. Un promedio de cien millones de Norte Americanos visitaban las 21.000 salas de cine existentes, a pesar de que la depresión hizo que las mayors se apretaran el cinturón, nunca dejaron de producir películas, y el público jamás dejó de ir al cine, jamás dejó de comprar esos tickets que les permitían evadirse de su propia realidad. El glamur del plástico Hollywood pero sobre todo el capital fluctuante y sonante, fue lo que más llamó la atención los mafiosos, ya que vieron en las películas una forma fácil de lavar dinero, hacer extorsiones y chantajes. 


Me gustaría precisar que en realidad todo ese aparente glamur que destilan los gánsteres ha sido tomado del cine, siendo entre otras cosas la trilogía el Padrino de Francis Ford Coppola la principal encargada de mitificar el arquetipo del gánster como un tipo con clase y estilo, tal como don Vito Corleone, el personaje encarnado por Marlon Brando, un intachable patriarca, protector de mujeres y niños, un hombre de familia, encargado de administrar la ley de un código moral inquebrantable. Pero lo cierto es que la mayoría de los gánsteres no eran más que una pandilla de mal hablados, algunos no habían pisado jamás una escuela, su aparente elegancia llegó por un lado cuando enriquecieron sus arcas y por otro cuando copiaron al pie de la letra el estilo y forma de vestir de actores de películas de Gánsteres de los 30 y 40 como James Cagney, Humphrey Bogart o George Raft. Éste último, bailarín de profesión incursionó en el cine debido a sus contactos con la mafia; alcanzaría la fama interpretando papeles de Gánsteres. Es precisamente gracias a su papel “Rinaldo” en Cara Cortada (Scarface 1932) que alcanzó su fama, interpretando al gorila de confianza de Capone


Aunque Cara Cortada no fue el primer filme en contar una historia desde el punto de vista del gánster, ya Mervyn LeRoy se le había adelantado con su Litle Ceasar (Hampa Dorada 1931) Scarface, Cara Cortada si fue la primera en contar la historia de Al Capone. Escrita bajo el seudónimo de Armitage Trail, utilizado por el escritor Maurice Coons. Quien nunca llegaría a ver el estreno, ya que murió de un infarto mucho antes de que se terminara el rodaje. El productor ejecutivo de la película era nada más que el multimillonario aviador y personaje público Howard Hughes, recordemos que Martin Scorssese rodó una película biográfica llamada El Aviador, con DiCaprio como Hughes, pues sí, se trata del mismo personaje. Howard Hughes tenía un olfato increíble para los negocios, estaba totalmente convencido que el público iría a ver películas sobre los gánsteres al cine, así que negoció los derechos de la novela y ofreció 25.000 dólares a Howard Hawks para dirigirla. Hawks contrató los servicios de Ben Hecht, un reconocido periodista, escritor y guionista para que escribiera el guión cinematográfico, una tarde, Hecht recibió la visita de unos sujetos de traje y sombrero, eran los hombres de Capone, querían saber si la película era o no sobre Al Capone, Hecth les dijo que no, pero cuando los gorilas de Capone se marcharon preguntaron al salir ¿si la película no trata sobre Al Capone, por qué se llama cara cortada? Hecht los engañó diciendo que sólo se trataba de un ardid publicitario que el departamento de promoción había montado, para hacer creer al público que verá una película de Capone, cuando en verdad no es así. El personaje de Capone en la película se llama Tony Camonte, interpretado por Paul Muni, la película fue un éxito instantáneo, Capone quedó tan complacido que incluso adquirió una copia de la película en 35 milímetros.   


Hollywood: La cosa es Nuestra

Ahora, los gánsteres no sólo contrabandeaban alcohol en los 30, como falsamente lo ha perpetuado, otra vez, la película el Padrino, la verdad es que la cocaína fue el polvo hocus pocus entre las estrellas de cine, Tim Adler lo cuenta con pelos y señales en su obra Hollywood y La Mafia, veamos: “Según la tradición popular del cine, los camellos (los expendedores de coca) que solían frecuentar los platos cinematográficos llevaban apodos, The Man (el hombre), en la Paramount, Mr Fix It (el señor manitas) en la Fox y el conde en el estudio de Mack Sennet (apodado por muchos como el mejor comediante de su generación).”[2] La coca resultó otra mina de oro, es así como la panda de Capone controlaba el negocio ilícito del alcohol y la panda de Lucky Luciano de Nueva York, era la dura para mover a las sales de blanca nieves. Luciano había trepado al poder, asesinando a su propio padrino; para mantenerse al mando, organizó una sangrienta estrategia, ordenó una serie de asesinatos que se conocieron como la noche de las vísperas sicilianas, nombre inspirado en la matanza de Franceses en Sicilia en 1282, de he hecho los compositores Donizetti y Verdi han escrito óperas sobre dicho suceso.  Continuando con Luciano, su poder y fortuna aumentó tras la legalización del Alcohol, luego de que el presidente Roosevelt cediera ante la presión pública y política de algunos sectores, que esperaban que la legalización del alcohol, produjera 300 millones que serían inyectados en la depresiva economía, y así fue; Estados Unidos, financieramente anduvo mejor después de derogar la prohibición del alcohol el 5 de Diciembre de 1933.


Al principio de los 30, Al Capone ya no gozaba del mismo poder que tuvo la década anterior, finalmente fue puesto tras las rejas por enriquecimiento ilícito y por evasión de impuestos. De aquel hombre que ganaba 10 millones de dólares a la semana y gastaba más de 30 millones de dólares al año en sobornos a la policía de chicago, no quedó ni la sombra. Su crónica adicción a la cocaína, lo hicieron un hombre verdaderamente impulsivo. Resulta irónico que Capone no hubiera sido arrestado ni por haber sido el responsable de la infame Masacre de San Valentín o por haber contrabandeado mililitros de cerveza, manufacturada en su propio laboratorio, un sistema que copiarían los gánsteres que expendían heroína y coca. La Masacre de San Valentín había sido un golpe estratégico y militar comandado por Jack McGurn un sub alterno de Capone, la intención era liquidar a Bugs Moran el jefe de la pandilla del ala norte de Chicago, en guerra con Capone desde hace años atrás por obtener el control del alcohol. No obstante este golpe alarmó a las familias de Nueva York, que pensaban que tal vez, Capone podría empezar una guerra. 


Lucky Luciano y Johnny Torrio programaron una reunión a la que invitaron a los gánsteres más importantes, dicha convención se llevó a cabo del 13 al 16 de mayo de 1930. El territorio escogido fue Atlantic City y el hotel President. Tim Adler también recoge este acontecimiento en su libro y lo describe bastante bien: “Esa primera noche, los señores del crimen se sentaron en la sala de conferencias del hotel en mesas de caoba, bajo una lámpara de araña de cristal. La Delegación de Nueva York se sentó en un extremo, encabezada por Lucky Luciano, Johnny Torrio, Frank Costello, Bugsy Siegel flanqueaban a Luciano. Al Capone y su delegación –Frank Nitti, Jake “Greasy Thumb”[3] Guzik y Frank Rio- se sentaron cerca del otro extremo. Torrio y Costello hablaron primero, llamando a la unidad, poniendo las cosas en el terreno de los negocios. En concreto la guerra entre bandas de Chicago debía terminar. Luciano se puso de pie para hablar. Pidió una comisión nacional con cada familia representada. A partir de entonces, la comisión sería la que aprobaría cualquier crimen.[4] Como quien dice, Habemus cosa nostra; o así parece que nació la más grande estructura del crimen organizado en los Estados Unidos.


Con Capone tras las rejas condenado por evasión de impuestos, con una fosa nasal perforada por el abuso de la cocaína, con sífilis, gonorrea, pero además con cuadros de demencia producto de la sífilis, el gran capo del alcohol pasó sus últimos años recluido  en la prisión donde años más tarde encerrarían a otros presos famosos como Charles Manson, el gurú del LSD Timothy Leary, o el mafioso Salvatore Bonnano. Capone salió de prisión en enero de 1939, pasó los restantes años de su vida padeciendo de ataques de paranoia, pues creía que le asesinarían en cualquier momento, murió de un derrame cerebral el 27 de enero de 1947.  Con el alcohol legalizado, la mafia tuvo que agregar un nuevo número a su repertorio, el tráfico de drogas, la prostitución y las apuestas no eran suficientes. Pero la mafia nunca perdía su toque criminal, la nueva estrategia de la mob era tomar el control de los sindicatos de trabajadores de hollywood, integrado por camarógrafos, luminotécnicos, sonidistas, decoradores de interiores, hasta por  proyeccionistas y sus asistentes de sonido, un cargo que se dice fue creado estrictamente por la mafia,  recordemos que en la época de cine mudo, las películas se acompañaban o con una orquesta que tocaba en vivo durante las proyecciones o con un fonógrafo que sonaba como fondo. 


Era precisamente este el oficio del cual se encargaba el asistente de sonido, de operar el fonógrafo durante la proyección. Cuando finalmente se le pudo agregar la banda de sonido a la película de 35 mm, este cargo fue totalmente innecesario, pero hay de aquellas salas que se negaran a utilizar un asistente de sonido, pagarían las consecuencias; se les cobraría impuestos más caros por parte del sindicato, o serían el blanco de sabotajes y vandalismo, con bombas fétidas, incendios o saqueos nocturnos a las salas para destruir el equipo de proyección, las sillas o las cortinas. El plan de los gánsteres consistía en apoderarse del control de todas las salas de cine del país. ¿Cómo lo harían? Fácil, por la fuerza. La operación de extorsión a los cines de Chicago fue idea de William Morris Bioff, conocido en el bajo mundo como Willie Bioff y de su socio George Browne, el jefe del sindicato de tramoyistas, el Chicago Stagehands Local #2. El tramoyista en el argot del cine, es un término que se refiere al conjunto de operarios que se necesitan para manejar el equipo de una sala de cine; proyeccionistas, las personas que abren y cierran el telón, los que operan los reflectores etc. Bioff por su parte era conocido por ser un tipo duro, repartía palizas a los propietarios de tiendas que se negaran a pagar la vulgar llamada vacuna, un dinero que daba a cambio de supuesta protección contra sus negocios. Este modelo fue acogido por George Browne quien contrató a Bioff como el gorila encargado de dar las palizas a los gerentes de los cines que se negaran a pagar su vacuna semanal.


La oficina de tramoyistas o el local #2 era además una filial de la IATSE, sigla de International Alliance of Theatrical Stage Employees, en español podría sonar quizás como la Alianza internacional de trabajadores de salas de teatro, el presidente de la Chicago IATSE, era otro gánster, de nombre Tommy Malloy. En Chicago la IATSE tenía más de cuatrocientos miembros, más de la mitad estaban sin trabajo. Este sindicato estaba infestado de gánsteres por doquier. La IATSE tenía sucursales en Cincinnati, Nueva York, San Luis y el sur de California. Sí los dueños de las salas de cine no cooperaban con la cuota de 5 dólares a la semana, los trabajadores entrarían a paro, presionados especialmente por la mano dura de Bioff. Un propietario de una sala de cine que se negó a pagar la extorsión fue apaleado por el mismo Bioff, el sujeto murió horas más tarde en el hospital. Otra modalidad de estafa consistía en presionar a los trabajadores de la industria para que se afiliaran al sindicato de la IATSE, se creó un fondo de ahorro para los días de huelga que se sacaba de los sueldos de los trabajadores, pero obviamente este dinero iba a parar a los bolsillos de Malloy, Bioff y Browne. Del mismo modo, y siguiendo los pasos de Capone la IATSE creó un comedor de beneficencia, el B&B, para alimentar a los empleados que estuvieran sin trabajo. 


El negocio era redondo teniendo en cuenta que el botín era repartido sólo entre tres. Sin embargo, pronto la organización se daría cuenta de lo que Bioff y compañía habían venido haciendo a sus espaldas. Una noche mientras Browne y Bioff celebraban en un bar llamado el Club 100, su estafa de 19.000 dólares a Balabn & Katz, la cadena de cines más grande de Chicago. Con los Martini bien subidos a la cabeza, su hazaña llegó a oídos del administrador del bar, Nick Circella, primo de Al Capone; Circella llamó a Frank Nitti, quien heredó de Capone la jefatura de la organización de chicago y lo puso al tanto del potencial que tenía la estafa a los propietarios de salas de cine. Notti, a su vez convocó otra reunión con Luciano en Chicago, la agenda del día, trataría el tema de si le perdonarían o no la vida a Bioff y Browne a cambio de que explicaran cómo funcionaba la estafa a los cines, también se acordó que de ahora en adelante existiría un solo sindicato cinematográfico la IATSE, Browne sería el presidente y Bioff se marcharía a Hollywood, con Johnny Rosseli, un íntimo de Capone, quien sería el sujeto al mando en Los Angeles,  en donde la IATSE tenía pocos miembros. En tiempo record y gracias a las tácticas intimidatorias utilizadas por la mafia, los miembros llegaron a ser más de 20.000. Tarde o temprano las mayors como Warner, Paramount, Fox o Universal terminaron pagando altas sumas de dinero a los gánsteres para evitar que sus trabajadores entraran en una huelga, el plan estaba completo, la mafia controló los cines a los sindicatos; tenía a Hollywood donde quería. 


Con el tiempo Bioff y Rosselli se codeaban con la crema de los estudios, inclusive su fuerza bruta se había vuelto indispensable para la MGM, quien solicitó los servicios del gorila de Rosselli. El poco apreciado Will Hays, conocido por ser el creador del código de censura o código Hays, fue el intermediario entre MGM y la IATSE, necesitaban encontrar cuanto antes las copias de una película porno titulada The Casting Couch, supuestamente protagonizada por Joan Crawford una de las actrices más populares de su generación, y que en esa época era la estrella principal de la MGM. Unos extorsionistas habían llamado al estudio solicitando una fuerte suma de dinero a cambio de no desatar un escándalo, aunque, la actriz que aparecía en la película tenía cierta semejanza con Crawford era históricamente imposible que se tratara de ella, pues en realidad la película había sido rodada en 1920, justo cuando la actriz debió ser una adolescente. No obstante, fuera o no Crawford, el estudio era consciente del daño económico que podría causar un escándalo de esa magnitud. Por lo que Rosselli se reunió con los extorsionistas y les dijo que los matarían a todos si no entregaban los negativos de la película, Rosselli recibió como pago 25.000 grandes, se cree que Joan Crawford tuvo que devolver el dinero con la que la MGM, había hecho el pago al gánster para adquirir los negativos de la película. De hecho la MGM tuvo que comprar todas las copias existentes de la película Porno. 


El anterior es otro de los mitos más oscuros de la historia entre Hollywood y la Mafia,
espere en nuestra próxima entrega el final de este rápido maratón por las cloacas de la meca del cine, prepárese a leer sobre el famoso cantante que era en realidad un correo de la mafia, el actor que recibió este o aquel papel gracias a un empujoncito de este o aquel mafioso, sabían ustedes que la mafia produjo la película más taquillera en toda la historia del cine? No? Pues le recomiendo nos lea en nuestra próxima edición, Arrivederci!




[1] Cultura Libre, Lawrence Lessig , Pag 70
[2] Hollywood y La Mafia, Tim Adler Pag 63
[3] Pulgar grasiento
[4] Hollywood y La Mafia, Tim Adler Pag 44

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