Preludio criminal
La
historia de Hollywood y la Mafia, es tan antigua como la relación existente
entre la iglesia y el diablo, de hecho, me atrevo a decir que la primera, no podía
haber existido sin la segunda y viceversa. Lo interesante, es la dualidad, la
metáfora y la verdadera realidad de la palabra Hollywood. Si traducimos el
término al castellano sonaría algo como: bosque sagrado o bosque santo. El
icónico letrero de Hollywood, fue en realidad producto de acortar el aviso
publicitario de la urbanización HOLLYWOODLAND, dicho aviso fue construido en 1923, y
posteriormente cuando la máquina de sueños estaba propiamente funcionando en
california, se hizo común que la gente llamara HOLLYWOOD a ese Olimpo terrenal; un lugar por el que transitan
dioses y diosas de carne y de hueso.
Pero
así como todo cielo tiene su infierno, todo Olimpo ha de tener su tártaro poblado
de tristemente célebres demonios, o como en el caso de la mafia, hablaríamos en
términos de gánsteres. Sujetos de traje, sombrero y como adorno una flor en el bolsillo
de su camisa, dispuestos a controlar los placeres del bajo mundo: alcohol,
drogas, apuestas y sexo. Pensándolo bien, las similitudes entre el gánster o la
estrella de cine no son tan abismales, ambos gozaban de la admiración pública,
asistían a las mismas fiestas, algunos artistas inclusive fueron apadrinados
por la mafia, como por ejemplo el célebre Johnny ojos azules, mejor conocido
como Frank Sinatra.
Es
conocido que Johnny Fontane, el
personaje de la película El Padrino, que
consigue un papel gracias a la patadita de la buena suerte del padrino, está
inspirado en Sinatra, pues se cree
que la mafia, le ayudó a conseguir su papel en el filme que lo haría ganador de
un OSCAR, por la película De Aquí a la
Eternidad (From Here to Eternity 1953).
Pero esto lo veremos mucho más adelante, ya que éste artículo se divide en dos
partes, y por ahora nos detendremos en la génesis gánster, la época de la ley
seca y de la depresión, los negros años 20 y 30, así que será mejor que usted
lector, se relaje y me acompañe, quiero mostrarle donde todo pudo haber
comenzado; CAPISCE?.
Hollywood: No todo lo que brilla es oro
A
principios del siglo XX HOLLYWOOD fue
invadida por toda una serie de empresarios y productores cinematográficos, inmigrantes
de la costa oeste de Estados Unidos. Todos buscaban iniciar una nueva máquina
de sueños, que simbólicamente representara la consecución del sueño americano, todo
y gracias a la ilusión de un mundo proyectado sobre una gran pantalla. Sin
embargo, la verdad es que la mayoría de estos empresarios, habían huido de la
ley de patentes de película cinematográfica, propiedad del inventor Thomas Edison y su compañía MPPC, la compañía de patentes de película. Dueños del derecho de creación
y además del derecho de explotación comercial, que obligaba a que todas las
salas de proyección, salas de cine o gente que utilizara celuloide, debía de
pagar un impuesto a la compañía de Thomas
Edison. Los que se oponían eran el blanco de todo tipo de presiones como
mayores impuestos, sabotaje, incendios que producían muertes ocasionales. De
tal modo que la soleada california era un lugar de ensueño y además ubicado
bastante lejos del control de patentes de MPPC.
Allí se erigieron las compañías que se hacían llamar independientes entre ellas
la primerísima de todas; la FOX, con William
Fox a la cabeza, pionero además de los circuitos de cine.
Lo
anterior, puede ser evidenciado en el siguiente párrafo tomado del libro, Cultura Libre de Lawrence Lessig. “En el
verano de 1909 el movimiento independiente estaba en su punto álgido, con
productores y dueños de cines usando equipo ilegal y celuloide importado para
crear su propio mercado underground (Subterráneo). Con el país experimentando
una tremenda expansión en el número de cines, la Compañía de Patentes reaccionó
contra el movimiento independiente creando una subsidiaria fuertemente armada,
conocida como la Compañía General del Cine, para bloquear la entrada de
independientes sin licencia. Con tácticas de coacción que se han hecho
legendarias, la subsidiaria confiscó equipo ilegal, suspendió la continuidad
del suministro de producto a los cines que mostraban películas sin licencia, y
monopolizó de hecho la distribución con la adquisición de todos los mercados
estadounidenses de películas, excepto por uno que era propiedad del
independiente William Fox, quien desafiaba al Trust (pacto de confianza) incluso después de que su licencia fuera
revocada”[1].
Con
todo lo dicho está claro que Hollywood fue inventado a partir de la utilización
de celuloide pirata. Resulta entonces irónico que en la actualidad la FOX,
WARNER y demás compañías batallen contra la piratería de cine en Internet,
deberían mirar al pasado y al menos reconocer que ellos también fueron piratas
en algún tiempo. Muy bien, no es posible hablar de un preciso comienzo de la relación
entre Hollywood y la mob; (pronúnciese como mab,
expresión en inglés y diminutivo utilizado de manera muy frecuente para
referirse a la mafia). Pero sí podemos hablar de sus primeros flirteos. Antes
de que Hollywood fuera la meca del cine, más de la quinta parte de películas se
rodaban en Chicago, la verdad es que algunos de los propietarios de las mayors (grandes compañías de cine) como Carl Laemmle fundador de Universal, Adolph Zukor fundador de la Paramount
o Leo Spitz presidente de la RKO provenían de la ciudad descrita por
el literato HG Wells como: “una oscura
mancha bajo el cielo.” Chicago fue famosa por ser la capital del crimen,
cuna de políticos sin escrúpulos, policía corrupta, juegos de azar,
prostitutas, drogas, alcohol, las guerras entre bandas de gánsteres con varios
matones a sueldo entre sus nóminas atemorizaban a la ciudad entera.
Capone y Lucky van a Hollywood
Por
otro lado la instauración de la ley Volstead
o la ley seca aprobada el 27 de octubre de 1919, seguida de la aprobación
de la enmienda de la prohibición de alcohol que se volvió ley el 20 de enero de
1920, ayudó a consolidar el surgimiento de la mafia como reyes del crimen
organizado, cuya estructura era financiada por el dinero de drogas, extorsión,
pero más especialmente por el contrabando de alcohol. Pues resulta que en
aquella época, las estrellas de cine, millonarios y el público en general,
gastaban en alcohol la colosal suma de 5.000 millones de dólares al año. Este
dato lo confirma el escritor Norte Americano Tim Adler quien ha hecho el cálculo aproximado en su libro Hollywood y La Mafia, asegurando que
los Gánsteres, se embolsillaban más o menos el 5% del producto interno bruto
nacional de Estados Unidos. La prohibición del alcohol ayudó a popularizar la
idea de que los Gánsteres eran una especie de Robin Hoods, dispuestos a violar la
ley para entregar placer al pueblo en litros y litros de diversión con sabor a
cerveza y whiskey.
Antes
de continuar, me gustaría referirme al hecho de que la primera ola de la mafia
en Estados Unidos, estuvo conformada por familias principalmente de origen Italo-americano; de ahí que a medida que
avancemos en este relato nos encontraremos con nombres como: Genovese, Gambino,
Luciano, Luchesse, Rosselli, entre otros. La mayoría de estas familias
provenían de la isla de Sicilia; a comienzos de 1900 el 25% de la población
emigró a Estados Unidos, al llegar a Manhattan,
la mayoría de Italianos encontraron trabajo cooperando con criminales de poca
monta, otros se unieron a la organización del partido demócrata, acostumbrado a
recibir votos a cambio de favores, una práctica por desgracia utilizada en el
ámbito de la política actual; esta práctica era parecida a lo que se hacía en Nápoles
y Sicilia, allí la política de los favores se conocía como política maccheroni. Por otro lado el crimen organizado en Italia
recibía el nombre de camorra en Nápoles, y mafia en Sicilia; los mafiosos se llamaban a sí mismos como los hombres respetables o como la organización. Al interior de dichas
familias operaba un código de honor y una estructura de poder de tipo
piramidal. Por paradójico que pueda sonar y tal como sucedería en un culto,
estas organizaciones acostumbraban realizar un rito de iniciación que incluía
sacrificio de sangre o algún tipo de acción para demostrar que sí se podía
ingresar a la mob. Además toda la organización sería controlada por un capo de tutti capi. O sea, por un capo
entre todos los capos, quien era la cabeza de una cadena de mando integrada por
miembros de menor rango y poder dentro de la organización.
En
cuanto a los Estados Unidos, y más especialmente Nueva York; allí reinaba el
sindicato, nombre que recibía la panda conformada por gánsteres como Lucky Luciano, Bugsy Siegel, Meyer Lansky o Frank Costello. Mientras que en Chicago, reinaba la organización; nombre de la pandilla del sur de Chicago, liderada por quizás el gánster
más infame de todos los tiempos, Alphonse
Gabriel Capone, sus amigos le llamaban Al;
Al Capone. Sus enemigos le llamaban Scarface
(cara cortada); ya que una profunda cicatriz producto de una cuchillada,
adornaba su mejilla izquierda. Capone nació
el 17 de enero de 1899, su familia inmigró desde los barrios bajos de Nápoles Italia, a los barrios bajos de
Nueva York. Su monarquía criminal se extendió por una década, iniciando en los
20 y terminando en la era de la depresión americana, a principios de los 30. Se
presume que hombres de la organización de Capone
habrían financiado el circuito de salas de cine adquiridas por Joseph Kennedy, padre del futuro presidente
de Estados Unidos JFK y de su hermano, el candidato presidencial RFK. Kennedy
banquero de profesión, siempre vio al cine como un negocio de mucho
potencial, sorprendió a todo el mundo cuando compró una pequeña compañía que
producía películas de serie B, la FBO (Film
Booking Office of America). Kennedy también
sería uno de los pioneros en implantar el sistema de negocio que las grandes
compañías de Hollywood adoptarían durante
las décadas siguientes. Dicho sistema consistía en tener el control de la
producción, distribución y exhibición de todas las películas. Este sistema se
conoció después como el Star System (Sistema
de Estrellas).
Pero
además, Kennedy también había
descubierto el potencial del sonido en el cine, muy a pesar de que la gente
renegaba de la artificiosidad y falsedad de agregar sonido a las películas
mudas, no obstante, luego de que Kennedy
asistió a un pase de la primera película sonora, El Cantante de Jazz (The Jazz
Singer 1927) pidió dinero prestado a la mafia para iniciar una de las
primeras cadenas de cine sonoro en Estados Unidos, su socio, David Sarnoff, era el propietario de Radio Corporation Of America, poseía la
infraestructura necesaria para ello. Su negocio de salas de cine sonoras les
hizo todavía más millonarios. No obstante, el padre del futuro presidente de Estados Unidos, también contrabandeaba licor
a Estados Unidos desde Canadá, donde sí era legal el alcohol, de hecho en 1926,
se cuenta que el mismo Capone y Kennedy padre, se reunieron para
debatir sobre sus rutas de contrabando, incluso existen recibos de importación en
la aduana canadiense y que incluyen el apellido de Kennedy y Capone. Precisamente
sería Kennedy el encargado de llevar
el alcohol a la fiesta de integración de su clase de la universidad de Harvard en 1922, sus compañeros le
llamaban jocosamente como nuestro
principal contrabandista.
Antes
de que la mafia se instalara propiamente en Hollywood,
ya había algunos estudios que estaban involucrados en negocios turbios. Como el
prostíbulo de propiedad de la MGM. Administrado por la actriz Billie Bennett. La especialidad de la
casa era ofrecer a los clientes prostitutas que lucían como estrellas de cine, por
ejemplo se ofrecían las dobles de Joan
Crawford, Ginger Rogers o Marlene Dietrich. Esta historia es
retratada por el escritor James Ellroy en
su novela que lleva el mismo título de la película, L.A.Confidential, salvo que en el libro la historia se desarrolla
en los 50, mientras que el burdel de MGM en la mitad de la década de los 20. Por otra parte, la relación de la
mafia y Hollywood no se dio
solamente a partir del alcohol o las drogas, para finales de la década de los
años 30, Hollywood era el mayor
cuarto negocio en los Estados Unidos,
con activos capital en forma de cines, estudios y otros inmuebles que
sobrepasaban los 1500 millones de dólares. Un promedio de cien millones de
Norte Americanos visitaban las 21.000 salas de cine existentes, a pesar de que
la depresión hizo que las mayors se apretaran el cinturón, nunca dejaron de
producir películas, y el público jamás dejó de ir al cine, jamás dejó de
comprar esos tickets que les permitían evadirse de su propia realidad. El
glamur del plástico Hollywood pero sobre todo el capital fluctuante y sonante, fue
lo que más llamó la atención los mafiosos, ya que vieron en las películas una
forma fácil de lavar dinero, hacer extorsiones y chantajes.
Me
gustaría precisar que en realidad todo ese aparente glamur que destilan los
gánsteres ha sido tomado del cine, siendo entre otras cosas la trilogía el Padrino de Francis Ford Coppola la principal encargada de mitificar el
arquetipo del gánster como un tipo con clase y estilo, tal como don Vito Corleone, el personaje encarnado
por Marlon Brando, un intachable patriarca, protector de
mujeres y niños, un hombre de familia, encargado de administrar la ley de un
código moral inquebrantable. Pero lo cierto es que la mayoría de los gánsteres
no eran más que una pandilla de mal hablados, algunos no habían pisado jamás una
escuela, su aparente elegancia llegó por un lado cuando enriquecieron sus arcas
y por otro cuando copiaron al pie de la letra el estilo y forma de vestir de
actores de películas de Gánsteres de los 30 y 40 como James Cagney, Humphrey
Bogart o George Raft. Éste
último, bailarín de profesión incursionó en el cine debido a sus contactos con
la mafia; alcanzaría la fama interpretando papeles de Gánsteres. Es
precisamente gracias a su papel “Rinaldo”
en Cara Cortada (Scarface 1932) que alcanzó su fama,
interpretando al gorila de confianza de Capone.
Aunque
Cara Cortada no fue el primer filme
en contar una historia desde el punto de vista del gánster, ya Mervyn LeRoy se le había adelantado con
su Litle Ceasar (Hampa Dorada 1931) Scarface, Cara Cortada si fue la primera en contar la historia de Al Capone. Escrita bajo el seudónimo de
Armitage
Trail, utilizado por el escritor Maurice
Coons. Quien nunca llegaría a ver el estreno, ya que murió de un infarto
mucho antes de que se terminara el rodaje. El productor ejecutivo de la
película era nada más que el multimillonario aviador y personaje público Howard Hughes, recordemos que Martin Scorssese rodó una película
biográfica llamada El Aviador, con DiCaprio como Hughes, pues sí, se trata del mismo personaje. Howard Hughes tenía un olfato increíble para los negocios, estaba
totalmente convencido que el público iría a ver películas sobre los gánsteres
al cine, así que negoció los derechos de la novela y ofreció 25.000 dólares a Howard Hawks para dirigirla. Hawks contrató los servicios de Ben Hecht, un reconocido periodista,
escritor y guionista para que escribiera el guión cinematográfico, una tarde, Hecht recibió la visita de unos sujetos
de traje y sombrero, eran los hombres de Capone,
querían saber si la película era o no sobre Al Capone, Hecth les
dijo que no, pero cuando los gorilas de Capone
se marcharon preguntaron al salir ¿si la película no trata sobre Al Capone, por qué se llama cara
cortada? Hecht los engañó diciendo
que sólo se trataba de un ardid publicitario que el departamento de promoción
había montado, para hacer creer al público que verá una película de Capone, cuando en verdad no es así. El
personaje de Capone en la película
se llama Tony Camonte, interpretado
por Paul Muni, la película fue un
éxito instantáneo, Capone quedó tan
complacido que incluso adquirió una copia de la película en 35 milímetros.
Hollywood: La cosa es Nuestra
Ahora,
los gánsteres no sólo contrabandeaban alcohol en los 30, como falsamente lo ha
perpetuado, otra vez, la película el Padrino, la verdad es que la cocaína fue el polvo
hocus pocus entre las estrellas de cine, Tim
Adler lo cuenta con pelos y señales en su obra Hollywood y La Mafia, veamos: “Según
la tradición popular del cine, los camellos (los expendedores de coca) que solían frecuentar los platos
cinematográficos llevaban apodos, The Man (el hombre), en la Paramount, Mr Fix It (el señor manitas) en la Fox y el conde en el estudio de Mack Sennet (apodado por
muchos como el mejor comediante de su generación).”[2] La
coca resultó otra mina de oro, es así como la panda de Capone controlaba el negocio ilícito del alcohol y la panda de Lucky Luciano de Nueva York, era la
dura para mover a las sales de blanca nieves. Luciano había trepado al poder, asesinando a su propio padrino; para
mantenerse al mando, organizó una sangrienta estrategia, ordenó una serie de
asesinatos que se conocieron como la
noche de las vísperas sicilianas, nombre inspirado en la matanza de
Franceses en Sicilia en 1282, de he hecho los compositores Donizetti y Verdi han
escrito óperas sobre dicho suceso. Continuando
con Luciano, su poder y fortuna
aumentó tras la legalización del Alcohol, luego de que el presidente Roosevelt cediera ante la presión
pública y política de algunos sectores, que esperaban que la legalización del
alcohol, produjera 300 millones que serían inyectados en la depresiva economía,
y así fue; Estados Unidos, financieramente anduvo mejor después de derogar la
prohibición del alcohol el 5 de Diciembre de 1933.
Al
principio de los 30, Al Capone ya no
gozaba del mismo poder que tuvo la década anterior, finalmente fue puesto tras
las rejas por enriquecimiento ilícito y por evasión de impuestos. De aquel hombre
que ganaba 10 millones de dólares a la semana y gastaba más de 30 millones de
dólares al año en sobornos a la policía de chicago, no quedó ni la sombra. Su
crónica adicción a la cocaína, lo hicieron un hombre verdaderamente impulsivo. Resulta
irónico que Capone no hubiera sido
arrestado ni por haber sido el responsable de la infame Masacre de San Valentín o por haber contrabandeado mililitros de
cerveza, manufacturada en su propio laboratorio, un sistema que copiarían los
gánsteres que expendían heroína y coca. La
Masacre de San Valentín había sido un golpe estratégico y militar comandado
por Jack McGurn un sub alterno de Capone, la intención era liquidar a Bugs Moran el jefe de la pandilla del
ala norte de Chicago, en guerra con Capone desde hace años atrás por obtener
el control del alcohol. No obstante este golpe alarmó a las familias de Nueva York, que pensaban que tal vez, Capone podría empezar una guerra.
Lucky Luciano y
Johnny Torrio programaron una
reunión a la que invitaron a los gánsteres más importantes, dicha convención se
llevó a cabo del 13 al 16 de mayo de 1930. El territorio escogido fue Atlantic City y el hotel President. Tim Adler también recoge este acontecimiento en su libro y lo
describe bastante bien: “Esa primera noche,
los señores del crimen se sentaron en la sala de conferencias del hotel en
mesas de caoba, bajo una lámpara de araña de cristal. La Delegación de Nueva
York se sentó en un extremo, encabezada por Lucky Luciano, Johnny Torrio, Frank
Costello, Bugsy Siegel flanqueaban a Luciano. Al Capone y su delegación –Frank
Nitti, Jake “Greasy Thumb”[3]
Guzik y Frank Rio- se sentaron cerca del otro extremo. Torrio y Costello
hablaron primero, llamando a la unidad, poniendo las cosas en el terreno de los
negocios. En concreto la guerra entre bandas de Chicago debía terminar. Luciano
se puso de pie para hablar. Pidió una comisión nacional con cada familia
representada. A partir de entonces, la comisión sería la que aprobaría
cualquier crimen.”[4] Como
quien dice, Habemus cosa nostra; o así
parece que nació la más grande estructura del crimen organizado en los Estados
Unidos.
Con
Capone tras las rejas condenado por
evasión de impuestos, con una fosa nasal perforada por el abuso de la cocaína,
con sífilis, gonorrea, pero además con cuadros de demencia producto de la
sífilis, el gran capo del alcohol pasó sus últimos años recluido en la prisión donde años más tarde encerrarían
a otros presos famosos como Charles
Manson, el gurú del LSD Timothy
Leary, o el mafioso Salvatore
Bonnano. Capone salió de prisión en enero de 1939, pasó los restantes años
de su vida padeciendo de ataques de paranoia, pues creía que le asesinarían en
cualquier momento, murió de un derrame cerebral el 27 de enero de 1947. Con
el alcohol legalizado, la mafia tuvo que agregar un nuevo número a su repertorio,
el tráfico de drogas, la prostitución y las apuestas no eran suficientes. Pero la
mafia nunca perdía su toque criminal, la nueva estrategia de la mob era tomar el
control de los sindicatos de trabajadores de hollywood, integrado por
camarógrafos, luminotécnicos, sonidistas, decoradores de interiores, hasta por proyeccionistas y sus asistentes de sonido, un
cargo que se dice fue creado estrictamente por la mafia, recordemos que en la época de cine mudo, las
películas se acompañaban o con una orquesta que tocaba en vivo durante las
proyecciones o con un fonógrafo que sonaba como fondo.
Era
precisamente este el oficio del cual se encargaba el asistente de sonido, de operar
el fonógrafo durante la proyección. Cuando finalmente se le pudo agregar la
banda de sonido a la película de 35 mm, este cargo fue totalmente innecesario,
pero hay de aquellas salas que se negaran a utilizar un asistente de sonido,
pagarían las consecuencias; se les cobraría impuestos más caros por parte del
sindicato, o serían el blanco de sabotajes y vandalismo, con bombas fétidas,
incendios o saqueos nocturnos a las salas para destruir el equipo de proyección,
las sillas o las cortinas. El plan de los gánsteres consistía en apoderarse del
control de todas las salas de cine del país. ¿Cómo lo harían? Fácil, por la
fuerza. La operación de extorsión a los cines de Chicago fue idea de William Morris Bioff, conocido en el
bajo mundo como Willie Bioff y de su
socio George Browne, el jefe del
sindicato de tramoyistas, el Chicago
Stagehands Local #2. El
tramoyista en el argot del cine, es un término que se refiere al conjunto de
operarios que se necesitan para manejar el equipo de una sala de cine;
proyeccionistas, las personas que abren y cierran el telón, los que operan los
reflectores etc. Bioff por su parte
era conocido por ser un tipo duro, repartía palizas a los propietarios de
tiendas que se negaran a pagar la vulgar llamada vacuna, un dinero que daba a
cambio de supuesta protección contra sus negocios. Este modelo fue acogido por George Browne quien contrató a Bioff como el gorila encargado de dar
las palizas a los gerentes de los cines que se negaran a pagar su vacuna
semanal.
La
oficina de tramoyistas o el local #2 era además una filial de la IATSE, sigla
de International Alliance of Theatrical
Stage Employees, en español podría sonar quizás como la Alianza internacional de trabajadores de
salas de teatro, el presidente de la Chicago IATSE, era otro gánster, de
nombre Tommy Malloy. En Chicago la
IATSE tenía más de cuatrocientos miembros, más de la mitad estaban sin trabajo.
Este sindicato estaba infestado de gánsteres por doquier. La IATSE tenía
sucursales en Cincinnati, Nueva York, San Luis y el sur de California. Sí los
dueños de las salas de cine no cooperaban con la cuota de 5 dólares a la
semana, los trabajadores entrarían a paro, presionados especialmente por la
mano dura de Bioff. Un propietario
de una sala de cine que se negó a pagar la extorsión fue apaleado por el mismo Bioff, el sujeto murió horas más tarde en
el hospital. Otra modalidad de estafa consistía en presionar a los trabajadores
de la industria para que se afiliaran al sindicato de la IATSE, se creó un
fondo de ahorro para los días de huelga que se sacaba de los sueldos de los
trabajadores, pero obviamente este dinero iba a parar a los bolsillos de Malloy, Bioff y Browne. Del mismo modo, y siguiendo los pasos de Capone la IATSE creó un comedor de beneficencia, el B&B, para alimentar a
los empleados que estuvieran sin trabajo.
El
negocio era redondo teniendo en cuenta que el botín era repartido sólo entre
tres. Sin embargo, pronto la organización se daría cuenta de lo que Bioff y compañía habían venido haciendo
a sus espaldas. Una noche mientras Browne
y Bioff celebraban en un bar
llamado el Club 100, su estafa de
19.000 dólares a Balabn & Katz, la
cadena de cines más grande de Chicago. Con los Martini bien subidos a la
cabeza, su hazaña llegó a oídos del administrador del bar, Nick Circella, primo de Al
Capone; Circella llamó a Frank Nitti, quien heredó de Capone la jefatura de la organización
de chicago y lo puso al tanto del potencial que tenía la estafa a los
propietarios de salas de cine. Notti,
a su vez convocó otra reunión con Luciano
en Chicago, la agenda del día,
trataría el tema de si le perdonarían o no la vida a Bioff y Browne a cambio
de que explicaran cómo funcionaba la estafa a los cines, también se acordó que
de ahora en adelante existiría un solo sindicato cinematográfico la IATSE, Browne sería el presidente y Bioff se marcharía a Hollywood, con Johnny Rosseli, un íntimo de Capone,
quien sería el sujeto al mando en Los
Angeles,
en donde la IATSE tenía
pocos miembros. En tiempo record y gracias a las tácticas intimidatorias
utilizadas por la mafia, los miembros llegaron a ser más de 20.000. Tarde o
temprano las mayors como Warner, Paramount, Fox o Universal terminaron pagando altas sumas
de dinero a los gánsteres para evitar que sus trabajadores entraran en una huelga,
el plan estaba completo, la mafia controló los cines a los sindicatos; tenía a Hollywood donde quería.
Con
el tiempo Bioff y Rosselli se codeaban con la crema de
los estudios, inclusive su fuerza bruta se había vuelto indispensable para la
MGM, quien solicitó los servicios del gorila de Rosselli. El poco apreciado Will
Hays, conocido por ser el creador del código de censura o código Hays, fue el intermediario entre MGM y la IATSE, necesitaban encontrar
cuanto antes las copias de una película porno titulada The Casting Couch, supuestamente protagonizada por Joan Crawford una de las actrices más
populares de su generación, y que en esa época era la estrella principal de la MGM. Unos extorsionistas habían llamado
al estudio solicitando una fuerte suma de dinero a cambio de no desatar un
escándalo, aunque, la actriz que aparecía en la película tenía cierta semejanza
con Crawford era históricamente
imposible que se tratara de ella, pues en realidad la película había sido
rodada en 1920, justo cuando la actriz debió ser una adolescente. No obstante,
fuera o no Crawford, el estudio era consciente del daño
económico que podría causar un escándalo de esa magnitud. Por lo que Rosselli se reunió con los
extorsionistas y les dijo que los matarían a todos si no entregaban los
negativos de la película, Rosselli recibió
como pago 25.000 grandes, se cree que Joan
Crawford tuvo que devolver el dinero con la que la MGM, había hecho el pago al gánster para adquirir los negativos de
la película. De hecho la MGM tuvo
que comprar todas las copias existentes de la película Porno.
El
anterior es otro de los mitos más oscuros de la historia entre Hollywood y la
Mafia,
espere en nuestra próxima entrega el final de este rápido maratón por las cloacas de la meca del cine, prepárese a leer sobre el famoso cantante que era en realidad un correo de la mafia, el actor que recibió este o aquel papel gracias a un empujoncito de este o aquel mafioso, sabían ustedes que la mafia produjo la película más taquillera en toda la historia del cine? No? Pues le recomiendo nos lea en nuestra próxima edición, Arrivederci!
espere en nuestra próxima entrega el final de este rápido maratón por las cloacas de la meca del cine, prepárese a leer sobre el famoso cantante que era en realidad un correo de la mafia, el actor que recibió este o aquel papel gracias a un empujoncito de este o aquel mafioso, sabían ustedes que la mafia produjo la película más taquillera en toda la historia del cine? No? Pues le recomiendo nos lea en nuestra próxima edición, Arrivederci!
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