lunes, 10 de diciembre de 2012

Jean Harlow: An Itimate Biography de Irving Shullman (Editorial A Dell Book 1965)


Portada Original 1965

 ¿Por qué las rubias buenas siempre tienen que morir?…Ah! mi querida Jean Harlow; que yaces en el Olimpo Hollywoodense. Fuiste sin ninguna discusión, la primigenia rubia de platino en proyectarse por la gran pantalla. Para la muestra, no es coincidencia que años más tarde, tu aspecto fuese copiado íntegramente por una tal Norma Jean Mortenson, que más tarde fue conocida como Marylin Monroe. Por otro lado, a propósito de este libro Jean Harlow: An Intimate Biography (1965), me resulta difícil creer las malas reviews que tiene en amazon.com; no entiendo como estos gringos adictos al chisme más descarnado, no pudieron engullir todo el explosivo cotilleo que se esparce como agua herviente por ese entretenido mamotreto de 432 páginas. Irving Shullman, el escritor americano que firmó la obra, dijo haber escrito el libro, basándose principalmente en los testimonios de Martin Landau, apoderado y además confidente de la fenecida estrella; pues no había nada que esta al parecer no le contara. Shullman fue famoso por haber escrito otro Best Seller, llevado al cine en los 60, West Side Story. Por otro lado, recordemos que Jean Harlow, fue una estrella fabricada; es decir, más que talento, tenía una imagen atrayente. Pero, lo que más atraía sin duda era su cabellera rubia de fuertes tonos platinados. Landau (su manejador) lo supo desde la primera vez que la vio en un casting para la Metro. La chica era una bomba sexual a punto de explotar, sólo necesitaba que le quitaran el seguro y la hicieran detonar, solo eso.

Qué surrealista fotografía...
Landau la hizo detonar, haciéndole una prueba para Los Ángeles del Infierno (1930) una stravaganza bélica ambientada en la primera guerra mundial, producida por James Whale, codirigida por el inventor del avión Hércules y que además era un gran aficionado al cine, Howard Hughes. La película había sido concebida para la pantalla silente, pero debido a la nueva transición del cine mudo al sonoro que se dio generalmente al principio de la década de los 30. Hughes decidió que sería mejor agregar diálogos y rodar de nuevo la mayoría de las secuencias. Pero, había un problema, la actriz protagónica, la noruega Greta Nissen, además de que no sabía utilizar su voz, tenía un timbre terrible. Muchos actores y actrices del cine mudo, perdieron sus carreras por este mismo motivo, no se pudieron adaptar a la llegada del cine sonoro. Sin embargo, esto no fue un problema para la rubia, por el contrario, su aguda voz saltona sonaba bastante sexy y provocativa. Así que el papel fue suyo, y en contra de lo que creía ya crítica, película que ya tenía tres años de retraso, fue estrenada finalmente el 15 de noviembre de 1930. El cine es la mezcla perfecta entre arte, industria y espectáculo, fue un aliciente perfecto para que la sociedad americana escapara de la cruda realidad de la década de la gran depresión.

A propósito de este punto, la crisis económica del 29, parece haberse sentido en toda América, salvo en Hollywood, pues los mayors (grandes estudios cinematográficos) no pararon de producir películas y por el contrario iniciaron una gran competencia por conquistar el público. Para este motivo, se generalizó el empleo del Star-system, un sistema que controlaba todo, las salas de exhibición, la distribución de los filmes y por último la fabricación de las estrellas. Por eso podemos decir que una de estas estrellas fue Harlow, quien no era precisamente una buena actriz, pero esto no importaba mientras tuviera un buen registro que enseñarle a la cámara. El estudio, o en este caso la MGM, le encargarían el resto a una buena campaña publicitaria. Es por ello que Los Ángeles del Infierno (1930) sería aclamada por el respetable, pero no gracias a las innovadoras y arriesgadas escenas de combate aéreas, lo que en realidad parecía enloquecer al público era esa carismática rubia. La nueva atracción de los estudios MGM. La verdad es que, Jean, se adelantó en muchos años a la revolución sexual femenina, y supo que el sexo vendía bastante bien, así que sacó provecho de esto; por ejemplo le encantaba compartir comentarios subidos de todo con la prensa como: “La ropa interior me incomoda, además mis partes necesitan respirar” o “Nadie esperaría que una buena follada, pudiera pagar todas las cuentas”.



Theda Bara  la 1ra  chica vamp
Ahora bien, explotar el sexo en la pantalla no fue algo sólo de Jean Harlow, Irving Shullman, el autor, nos comenta dos historias formidables; se trata de dos madonas poco conocidas, pero bastante famosas en la época del cine silente. Una de ellas era, Theda Bara (al pronunciar su nombre en inglés, este tiende a sonar parecido a death arab –muerte árabe- se cree que su nombre es en realidad producto de un anagrama, lo cierto es que Theda es un diminutivo de Theodosia) fue quizás la primera actriz en proyectar la imagen de sensual vampiresa, el público en especial los hombres le adoraban las mujeres no tanto, de ahí que, Bara, más que ser un símbolo sexual, fue quizás la primer femme fatale (mujer fatal) el coctel perfecto de thanatos y eros, aunque como ella misma solía decir “Estoy condenada a seguir haciendo papeles de vampiresa durante toda mi vida. Creo que es porque la humanidad necesita que le repitan la misma lección de moralidad una y otra vez.” Pero además de esto, es importante reconocer que de no haber sido por su imagen vamp, hoy nadie la recordaría siquiera. 


Clara Bow: La chica IT...
El otro antecedente de símbolo sexual, reseñado por Shullman, es Clara Bow, sus personajes eran lascivos, fuertemente erotizados. Bow, lo mismo que Jean Harlow, no era tan buena actriz, pero tenía un sex appeal que volvía loco al público, era desinhibida y vestía prendas bastantes sugerentes para la época, tanto así, que se le consideró una chica Flapper (grupo de mujeres jóvenes de atuendo bastante liberal, faldas cortas, no usaban corsé), más adelante la prensa le apodó la chica IT (mujer joven que recibe demasiada atención mediática, desproporcional a sus logros profesionales) algo así como una Paris Hilton de la época. Sea, a modo de ejemplo, éstas dos mujeres encarnaron los papeles de símbolos sexuales de su época. El calificativo de símbolo sexual, data más o menos de principios de 1900; y es el cine quizás como nadie más, el que ha difundido y capitalizado este calificativo para las estrellas sexualmente atrayentes. Precisamente, la publicidad de hoy en día, ha copiado íntegramente la idea del sexo –puede vender cualquier cosa- para ofrecer cuanta porquería sale al mercado, desde bebidas alcohólicas, hasta coches deportivos. Será mejor que paremos acá y regresemos de nuevo al libro.

Dentro de las muchas anécdotas e historias que se narran en la biografía de Harlow, me llamó mucho la atención la de su esposillo, Paul Bern; uno de los productores más exitosos de la MGM. Maltrató a Harlow desde la misma noche de su boda; se cuenta que al no poder lograr una erección, ya que el hombrecito este sufría una disfunción eréctil, le propinó una fuerte paliza a Jean, llegando incluso a lesionar su espalda. Bern se mató de un balazo en la cabeza, dejó una nota en la que a modo de clave pedía perdón a la blonda actriz por no haber sido un hombre digno de satisfacer las necesidades sexuales dignas de toda una reina de Hollywood, fuertemente apetecida por millones de hombres.

Boda de Harlow 1ra de Izquiedad a Derecha, centro Mama Jean, el último a la derecha es Paul Bern
 Y ya que toqué este tema, el del suicidio de Bern, investigaciones o debería más bien decir especulaciones que se harían públicas con los años, contemplaban la teoría de que Bern fue asesinado por la mafia, pues se creía que les debía dinero, esta teoría es infundada en el hecho de que tras la muerte de Bern se descubrió de que el tipo estaba en bancarrota y con deudas hasta el cuello. Otro escándalo que se destapó con su muerte, es que él ya había estado casado anteriormente, con una tal Dorothy Millette, al parecer una mujer con delirios mentales,  Bern, le giraba mensualmente dinero para ayudarle en su manutención, es poco lo que se sabe sobre su relación con Paul, sólo que este la visitaba al menos dos veces por año, toda la información más fehaciente se la llevaron con ellos a la tumba, Bern se voló la tapa de los sesos, mientras que la extraña mujer, se suicidó arrojándose a un río tras conocer del deceso de su marido.
Jean & Clark Gable

En cuanto a la Harlow, me resultó sorprendente averiguar que en algunas de sus películas la rubia lució en realidad una peluca, pues en una de sus tantas crisis nerviosas, ella misma se rapó la cabeza, por lo que su productor Martin Landau, mandó a confeccionar dos pelucas que luciría por el resto de sus apariciones en cámara. Los últimos días de Jean Harlow, los pasó muy enferma, tras su muerte se conoció que sufría de problemas renales, más especialmente de uremia, cuyos síntomas son provocados por que el cuerpo no logra expulsar las toxinas que hay en la sangre, provocando afecciones respiratorias, cerebrales, intestinales. El fin de semana previo a su muerte, la rubia estaba rodando la que sería su última aparición en la pantalla, la película Saratoga, junto al archí famoso Clark Gable, que como dato curioso, años más tarde compartiría la pantalla en The Misfits (1961) con Marylin Monroe; en también su última película antes de su misteriosa muerte.

Regresando con Harlow, la rubiecita calló de un desmayo en el plato de Saratoga, su madre, Mamá Jean, era una ferviente creyente de una especie de cienciología o mejor pseudo ciencia cristiana,  leía muchos libros del estilo, en los que se creía que una persona podría ser curada por medio de súplicas o de oraciones religiosas; la mujer creía ciegamente en esto, debido a que cuando Jean era sólo una niña sufrió de una extraña parálisis en las piernas, misteriosamente, Harlow pudo caminar tiempo después, según su madre porque ella le había rogado con fe a dios y por esto su hija se había sanado. No obstante, y para la desgracia de la joven rubia, su madre se negó a que la viera un médico y se llevó a su hija a casa para cuidarla ella misma, pasaron los días y la gente en el set comenzó a preguntarse por la salud de la estrella, por lo que decidieron armar un grupo encabezado por Clark Gable y Martin Landau para ver cómo seguía la actriz, cuando llegaron a la casa de esta, su madre se negó a dejarles pasar asegurando de que su hija se encontraba mucho mejor; y que ya dentro de poco regresaría a trabajar. Pero, se notaba que algo estaba mal, Gable y los demás se negaron a irse hasta no ver personalmente a Jean, finalmente Mamá Jean les tuvo que dejar entrar. Y vaya desagradable sorpresa la que se llevaron cuando encontraron a una casi moribunda Harlow, demacrada por la alta fiebre y por los constantes vómitos.


Jean Harlow fallecería en el Hospital el 7 de Junio de 1937, su cuerpo estaba demasiado débil y jamás despertó de la intervención quirúrgica que se le practicó para intentar salvarle la vida, tenía 26 años, fue la primera de las rubias muertas del mausoleo Hollywoodense, después se le unirían otras rubias igualmente símbolos sexuales de las décadas posteriores como Marylin Monroe, Jean Harlow y Sharon Tate… El funeral de Jean Harlow, fue el más visitado desde el funeral de Rodolfo Valentino.   

Jean posó a la fuerza para esta fotogafía para la portada de la  TIME.....
  

1 comentario:

Alfredo Guevara dijo...

Excelente articulo. Te felicito. Me encanta Jean Harlow. Es mi actriz favorita. Ojalá pueda encontrar este libro en español.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...