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Easy Rider, es una película, que siempre quise ver. Recuerdo haberla buscado, mucho antes de que siquiera existieran, las bondades de la Internet de hoy en día. Mi presupuesto no daba para una copia original en prodiscos; es más, cuando pregunte por ella, pareció más bien que les estaba preguntando por el santo grial, ni siquiera sabían quién era Peter Fonda, mucho menos Dennis Hopper. Así que me tocó como dicen –pegar pal- San Andresito de la Octava (En realidad el único que hay en Pereira). Mi breve pesquisa, me condujo donde un sujeto que apodaban ‘el flaco’. Según muchos “El mejor pirata sin pata de palo de la ciudad”. Resulta que alias ‘el flaco’ cuyo esperpéntico look, no me daba buena espina, termino sorprendiéndome al final, pues resultó ser un sujeto, con el qué se podía hablar largo y tendido, de todo tipo de cine, llámese Cine Arte o Comercial. “Es que con tantos años en este negocio alguito se le tiene que pegar a uno” decía este tipo con cara de esparrago. Y aunque no tenía la película en su localcito, prometió tenerla, para el día siguiente… Y aleluya, así fue.
Ilustración Frank Vega |
Yo y alias el flaco, entablamos una cordial relación ligada por la bendición de Morgan y por nuestro amplio gusto cinéfago. Aunque la pinche copia que me vendió de Easy Rider, no traía ni menú, mucho menos los extras, que prometía la lustrosa caratula del DVD, impresa a full color y en papel propalcote, y como si fuera poco, la copia estaba doblada al españolete, como quién dice… -me cago en la leche tío-. Ahora bien, doy gracias al flaco, y qué la piratería lo guarde en su gloria. Pues Easy Rider se convirtió en una de mis películas favoritas. Desde el comienzo del film, me enamoré de la película, de su música, las motos y por supuesto de los forajidos motorizados, interpretados por una de las parejas más explosivas del celuloide. Peter Fonda, hijo, heredero de una familia ampliamente ligada al mundo del cine, y de su majestad… el finadito, Dennis "me gustan las drogas y qué" Hopper. Sin embargo, tengo que aceptar, que a pesar de que la película en sí, es excelente, a mi entender, cobra mucho más sentido, cuando uno como espectador, conoce alguito de lo que fue la contracultura de los 60s.
Easy Rider, traducida al español como ‘Busco mi Destino’ -coloquialmente hablando- sería una espinita que tanto Fonda como Hopper, querían sacarse, luego de que –según ellos- otra película co-protagonizada por ellos mismos: “The Trip” (El Viaje) de Roger Corman, los dejara mal parados. Ambos, Hopper y Fonda, co-escriben, actúan y dirigen Easy Rider. A pesar de que en los créditos, Hopper aparece como el director, en realidad fue un trabajo compartido. Wyatt (Fonda) y Billy (Hopper) interpretan a unos consumados forajidos, un dueto de cowboys modernos, que cabalgan en vez de caballos, Choppers Harley Davison. Luego de cerrar un negocio de drogas, la pasta les sobra, tanto como para no volver a trabajar en mucho tiempo. Jóvenes y ricos, inician un viaje, para buscarse un destino: El carnaval de Mardi Grass; es un largo trayecto el que les espera, desde Los Angeles a Nueva Orleans; y como muchas otras películas, la formula de viaje (Road Movie), es sólo un pretexto, para tejer un relato, en este caso, un retrato trágico y nostálgico, sobre el fin de una década, los 60s y su flower power.
Marihuana real se consumió en el rodaje. |
En otras palabras, el poder de las flores, o mejor la cultura Hippy es un ideal más que desgastado, decadente, las comunas repletas de jóvenes citadinos, totales ignorantes en aspectos como la siembra y la recolecta, escogen los lugares menos apropiados para sembrar cultivos. El hambre agobia, la experimentación con drogas Psicodélicas: hace que ha muchos se les frite el cerebro a base de Marihuana, pero más especialmente LSD o Mezcalina. El poder comunitario sucumbe ante el primero YO, segundo YO, y tercero YO. Y lo que parecía un verano del amor, se transforma en un infierno del desencanto. Así que, Easy Rider es justo eso, el reflejo de la lucha entre lo establecido: En una esquina, están los católicos americanos, rednecks, violentos ultra conservadores. Y en la otra esquina está lo nuevo: representado por hippies andrajosos, ruidosos motoristas, comunidades negras reaccionarias, y otras formas de conocer y razonar; un caótico mundo asolado por la polarización entre bloques capitalistas y socialistas, guerra fría, y por supuesto, un inminente holocausto nuclear.
Hopper, Fonda y Jack Nicholson |
Finalmente, el estreno de Easy Rider, un 8 de mayo de 1969, antecede lo que muchos han considerado el verdadero cierre de la contracultura Hippy, tres meses después, las masacres perpetradas por un grupo de jóvenes hippies, denominados por la prensa como la Familia Manson. Sharon Tate, esposa del cineasta franco-polaco Roman Polanski y cuatro víctimas más son brutalmente asesinadas; estos hechos desataron una paranoia colectiva en Hollywood, que acabaron de hundir para siempre un sueño aparentemente aunado con ingredientes como el sexo libre, la paz y el amor. Easy Rider, tuvo que esperar más de un mes, antes de volver a ser proyectada en nuevas salas alrededor del mundo. No obstante, el éxito inmediato del film, pronto se transformó en culto, inclusive años después una versión remasterizada de Easy Rider sería reestrenada en Europa en los años 80s, hasta no hace poco, Easy Rider volvería a proyectarse en los Estados Unidos, Grecia y Japón. Lo que confirma, que el culto Easy Rider continua resonando y rodando, en los corazones y memorias del respetable público.
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