El Estrangulador de los Andes de Jairo E. Gomez Remolina (1981)

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‘El estrangulador de los Andes’, es quizás el primer relato escrito en Colombia sobre el fenómeno de los asesinos en serie. Un tema que para la época, en que fue impreso el libro, el año de 1981, en Colombia, poco o casi nada se había comentado sobre el tema en cuestión; aunque, sí se conocían historias de violentos asesinos, cuyos crímenes saltaban las barreras, si se puede decir, de lo criminalmente habitual. Para este tipo de delincuentes, se llegó a emplear el término de sádicos, como por ejemplo, el sádico de charquito en Bogotá, el sádico o monstruo de los mangones en Cali; otro de los términos clínicos empleados frecuentemente, y popularizado además por el Cine o la literatura, sería él de psicópatas. Criminales que asesinan de forma repetida, de forma serial, llevando a cabo un ritual, empelando un modus operandi, parafernalias, fetiches y características muy específicas. Ahora bien, Si Colombia no estaba preparada, mucho menos lo estaban los países vecinos, de las zonas limítrofes con nuestro país. Que como reza el subtitulo de la portada del libro: “sus manos enlutaron centenares de familias en Colombia, Ecuador y Perú” aquellas manos descritas en el libro como grandes, abultadas, toscas. Fueron las manos de un Colombiano: Pedro Alonso López, mejor conocido como la bestia, el estrangulador o simplemente el monstruo de los andes.

Alrededor de este libro, se ciernen 2 coincidencias, bordeadas por la muerte. Coincidencias, que a propósito, comenté en este artículo que titulé: “La Muerte una Coincidencia”, así que como viene al caso, nuevamente las traigo a colación. 1ra. Coincidencia; el autor de este libro, el periodista y escritor Bogotano ‘Jairo Enrique Gómez Remolina’ escribió ‘El estrangulador de los Andes’. Su primera y única novela, publicada en octubre de 1981, trató el tema de un asesino en serie colombiano, Pedro Alonso López. 2Da coincidencia; casi 5 años después, Gómez Remolina sería asesinado en un tiroteo, el responsable, otro infame asesino colombiano: ‘Campo Elías Delgado’ un asesino, cuyo caso, fue clasificado por la terminología criminal como ‘Spree Killer’ ‘Mass Murder’ o ‘Asesino de Masas’. Delgado, asesinó a múltiples víctimas en un mismo día, incluida también su propia madre. Ahora, regresando al libro; es el fruto de una profunda investigación, a cargo de Jairo Enrique Gómez, que para aquel entonces era reportero del revista VEA; publicación de la que, llegaría a ser más tarde, director editorial. Su investigación, se llevó a cabo, en Colombia y posteriormente en Ecuador, en este libro, se recogen los viajes, las falsas hipótesis, la captura y la posterior confesión del que se cree,  es el mayor infanticida en toda la historia de la Humanidad.

Fragmento

El libro ‘El estrangulador de los Andes’ está divido en tres partes, la primera, recuenta la histeria colectiva desatada en Ecuador tras las numerosas desapariciones de menores, la segunda parte, profundiza sobre la captura y confesión de Pedro Alonso, mientras que la tercera parte, relata las vomitivas pericias, de los investigadores y López, en busca de las osamentas dejadas por el voraz depredador. Es interesante, como a través de los capítulos, van apareciendo alusiones a otros casos de asesinatos seriales, como el del sádico de charquito, asesinado por un familiar de una de sus víctimas: “Sí no fuera porque Daniel Barbosa Camargo…” -nombre verdadero, de otro asesino en serie colombiano, apodado por la prensa como ‘el asesino de las vírgenes’- “se encuentra bien encerrado en la cárcel de Barranquilla, por la cantidad de todas esas (…) niñas estranguladas y violadas de ‘El Charquito’ que él mismo confesó, juraría que estos crimines son obra suyos” otros casos también mencionados son ‘el transistoricida’ un sujeto que alcanzó a matar a 10 personas, su trofeo personal eran los radios o transistores que poseían sus víctimas, cada vez que veía alguna persona portando uno de estos aparatos, sus ansias de matar se volvían incontenibles. Otro  caso fue el de ‘un trío de sordomudos’; estrangulaban y asesinaban taxistas, finalmente; el caso del ‘monstruo de los mangones’, caso que el director valluno Luis Ospina, trato en su película ‘Pura Sangre (1982)’    

En la novela, el nombre escogido para López fue el de ‘Pablo Alonso Lopera’ individuo camuflado como vendedor ambulante, recorrió los andes asesinando en tres países diferentes, se cree que comenzó a matar a los 16 años y lo haría por más de 15 años, dejando un inventario criminal, que podría fácilmente superar la cifra de 300 víctimas. Su trauma comenzó en su niñez, huyó de su casa, su infancia fue signada por múltiples abusos; se enroló en una pandilla de gamines, que abandonó luego de que las dos únicas niñas de la pandilla, fueran abusadas y maltratadas por la policía y por otros individuos, Pedro Alonso, tomó ese hecho como el detonante de sus crímenes. En su mentalidad estaba la loca idea, de asesinar a niñas de estratos bajos, para según él, sacarlas del padecimiento de vivir bajo condiciones infrahumanas, para mayor detalles biográficos consultar este otro artículo sobre ‘La Bestia de losAndes’. Pedro Alonso sería capturado, en la Ciudad de las flores en Ambato, Ecuador; por un error realmente tonto, intento llevarse a una niña en una plaza pública, una vendedora, de nombre Carolina Román Pobeda, se enfrentó con este, hasta que, al cabo de un rato, finalmente llegó la policía. Tras un posterior interrogatorio, confesó sus crímenes, pero la policía, en un principio, no lo podía creer, que todas las muertes fueran, la obra de un solo individuo. No obstante, López, luego confirmaría su historia, llevando a los agentes, a desenterrar a sus ‘Muñequitas’ nombre con el que cínicamente, llamaba a sus víctimas.

"Soy un político Revolucionario" P.A.L.

Pedro Alonso López, sería condenado en Ecuador a sólo 16 años de prisión, al salir de la cárcel, le extraditaron a Colombia, donde se cree que huyó de un centro mental a medidos de los 90s, en la actualidad, no sé conoce nada de este individuo, quizás continúe con vida, más o menos podría tener unos 63 años de edad, su caso provocó cierta Anti-colombianidad en la época, además cuando estalló el escándalo en Ecuador, en Colombia los medios de comunicación se encontraban bastante ocupados, cubriendo la noticia de la toma de la embajada de República Dominicana, por parte de guerrilleros del M19. Por lo que el caso de este compatriota infanticida, fue medianamente mencionado en la agenda de medios por esos días. No obstante, el presente libro es todo un documento de gran valor o ¿por qué no?, toda una rareza literaria, sin embargo, la edición del libro, cuenta con numerosos errores ortográficos, pero que al final, no le resta importancia, a los macabros relatos, que se desencadenan por sus páginas, en la actualidad, este libro se encuentra descatalogado, de manera que me tomé el trabajo de hacerme una copia personal, ya que como un fiel consumidor de este tipo de literatura, lo considero más un deber, así que me permito compartirles este documento, para las generaciones futuras de gomosos y estudiantes al fenómeno de los Serial Killer, espero lo sepan valorar.